Sentidos de la multitud
Reflexionar sobre la evolución histórica del concepto de masa y analizar su papel en el mundo actual es el objetivo de la muestra Agrupémonos todos. Gregarismo, ocio y otros motivos de reunión, que presenta el Museo de Arte Contemporánea de Vigo (Marco), en colaboración con el centro-museo Artium de Vitoria. El estribillo de La Internacional es utilizado como título y enganche para acercarnos a los herederos de aquellos que se inspiraron en las multitudes para componer himnos que loaban la igualdad y la libertad. Desde sensibilidades y estilos muy diferentes, artistas como Daniel Canogar, Magdalena Abakanowicz, Andreas Gursky, Claude Leveque o Hiroyuki Matsukage ofrecen visiones de un concepto clave en el desarrollo político y social del siglo XX.
AGRUPÉMONOS TODOS. GREGARISMO, OCIO Y OTROS MOTIVOS DE REUNIÓN
Museo de Arte Contemporáneo
de Vigo (Marco). Príncipe, 54
Hasta el 28 de septiembre
Una videocreación de Jerôme Lefdup introduce al visitante en la exposición con un repaso de los diferentes tipos de multitudes que convirtieron el siglo XX en la época del individuo como ser masificado y de la masa como entidad individualizada. La mayor parte de las obras expuestas son fotografías que nos presentan a grupos humanos que se reúnen para comer, tumbarse en la playa, bailar o simplemente posar desnudos en las calles de una ciudad para una instantánea de Spencer Tunick.
El recorrido en imágenes se convierte en un muestrario de las actitudes humanas ante y dentro de la multitud. En la fotografía My America contemplamos al desafiante artista chino Zhang Huan (1965) sentado desnudo ante un grupo de norteamericanos, también desnudos, que le arrojan pan. Es su peculiar manera de protestar por el trato recibido en Estados Unidos y un modo de celebrar la libertad encontrada en ese país.
Marcos López (1958) y Adi Nes (1966) reinterpretan el icono de La última cena y lo convierten en una parrillada a pleno sol en el caso de López, y en una cena de soldados en un cuartel en la fotografía captada por Nes. Eva Bensasson (1973) reflexiona en sus obras sobre la anulación del sujeto en la sociedad contemporánea. Personajes ennegrecidos y sin rostro vagan como espectros en imágenes de la vida cotidiana, que constituyen el mejor retrato de una sociedad impersonal que busca -consciente o inconscientemente- el anonimato. Con un recurso técnico opuesto, Olivo Barbieri (1954) llega a conclusiones similares mediante instantáneas aéreas de la multitud que celebra la fiesta del Palio en Siena. Pequeñas manchas de color en las que apenas se distingue la forma humana dejan la sensación de que la multitud se ha convertido en un enjambre de abejas.
Estas visiones en cierto sentido pesimistas no impiden que la conclusión final sea que la masa no ha perdido su papel de fuerza necesaria para cambiar la realidad, pese a que quedan lejos los tiempos de los grandes movimientos revolucionarios en los que las multitudes fueron el verdadero motor de los cambios sociales vividos el pasado siglo. La unión todavía puede servir para hacer la fuerza.
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