Tiempos confusos

La inversión se ha concedido un nuevo plazo de espera ante la confusión creada por las autoridades económicas de uno y otro lado del Atlántico que, al tiempo que anuncian sus esperanzas en una gradual recuperación de la economía, rebajan las expectativas de crecimiento del PIB para el conjunto del ejercicio.

Los indicadores económicos continúan con un complejo juego de equilibrios entre datos positivos y negativos de los que sólo puede deducirse que la economía mantiene una trayectoria inestable a la que resulta casi imposible adivinarle la dirección y, sobre todo, ponerle plazos.

En esta jornada, los datos económicos estadounidenses resultaron positivos, pero los inversores los utilizaron para mover el mercado sin otra finalidad que sacar mejores resultados a corto plazo. El inicio de construcción de viviendas en junio creció el 3,7% y las peticiones semanales de subsidio de desempleo descendieron en 29.000, aunque siguen por encima de las 400.000.

La lectura de estos datos provocó numeroso altibajos en los mercados, pero apenas modificaron la actitud de los inversores, más dispuestos a deshacer posiciones que a meterse en nuevas aventuras con una economía estancada. La Bolsa de Nueva York registraba un recorte del 0,57% a media sesión que permitía a su índice Dow Jones mantener el nivel de los 9.000 puntos.

Los mercados europeos abrieron a la baja y se vieron beneficiados en parte en el momento del cierre por una de las fases de recuperación de Wall Street, pero los resultados finales fueron, en general, negativos.

El Ibex 35 subió el 0,18% sin recuperar por ello el nivel de los 7.000 puntos, mientras que París bajó el 0,68% y Londres el 0,50%. Francfort bajaba el 1,75% poco antes del cierre. En cuanto al negocio, el Mercado Continuo se anotó una ligera subida respecto del día anterior, con 2.447,22 millones de euros, pero con más de 1.100 millones de euros aportados por la actividad institucional, muy alta en vísperas del cierre del mercado de futuros.