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Villarejo califica de "depuración" su relevo en la Fiscalía Anticorrupción

Carlos Jiménez Villarejo, máximo responsable de la Fiscalía Anticorrupción, calificó anoche en Barcelona de "depuración" su relevo al frente de este organismo y censuró a su probable sucesor, Antonio Salinas, por haber sido el único fiscal del Tribunal Supremo que se opuso a que se llamara a declarar al ministro Josep Piqué por el caso Ercros. "El criterio mayoritario que mantuvo entonces la junta de fiscales me merece mayor respecto que la actitud minoritaria del señor Salinas", declaró Villarejo, antes de recordar que el caso no está definitivamente archivado y que la Fiscalía Anticorrupción sostiene que se siga investigando.

Villarejo participó en una cena con casi 200 personas organizada por la Asociación Catalana de Juristas Demócratas, que agrupa a profesionales de la justicia de talante progresista. El fiscal Anticorrupción se mostró también muy crítico con el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, por haber reclamado anteayer la supresión del órgano que dirige Jiménez Villarejo. En su opinión, eso refleja "cierta animadversión" hacia un órgano de la fiscalía y una desautorización al trabajo realizado durante siete años y medio. Por ello, Villarejo se preguntó si detrás de este deseo de Cardenal no hay "un deseo objetivo de rebajar o suprimir los instrumentos de lucha contra la corrupción que tiene el Estado español". Y añadió: "No sé si van a poder más los intereses económicos y políticos de las personas afectadas por nuestras investigaciones que el mantenimiento del Estado de derecho".

"Contrarreforma"

Del mismo modo, Jiménez Villarejo se mostró muy crítico con algunos aspectos del nuevo estatuto del ministerio fiscal, que calificó de "contrarreforma". En este sentido, afirmó que la situación es "volver a la época de la transición, al estatuto fiscal de 1981".

Todos los sectores del Ministerio Público se oponen a la supresión de la Fiscalía Anticorrupción. José Antonio Martín-Caro, portavoz de la mayoritaria y conservadora Asociación de Fiscales

, declaró ayer a este periódico que "la Fiscalía Anticorrupción tiene su hueco y su espacio para delitos económicos de complejidad que abarquen varias provincias, especialmente cuando existen conexiones con el extranjero".

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Más crítico con Cardenal, Antonio Camacho, portavoz de la Unión Progresista de Fis

cales, manifestó que "el fiscal general del Estado es tan poco autónomo del Gobierno que ha llegado a la misma conclusión del Ejecutivo: que la Fiscalía Anticorrupción no es necesaria, porque puede significarle un problema".

No obstante, el ministro del Interior, Ángel Acebes, aseguró que la opinión de Cardenal es "exclusivamente personal" y que la Fiscalía Anticorrupción realiza un trabajo "muy importante en favor del Estado de derecho y en la lucha contra la delincuencia".

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