El Pistolero vuelve a España

Después de ganar dos Ligas consecutivas con el Olympique de Lyón, el goleador brasileño Sonny Anderson, que el próximo septiembre cumplirá 33 años, abandona Francia para regresar a España, donde jugará en el Villarreal. El ex jugador del Barcelona, apodado El Pistolero, se había abonado al éxito en Lyón, donde llegó tras un discreto paso por la Liga española.

En el Olympique, Anderson dio rienda suelta a su remate: en las campañas 2000-2001 y 2001-2002 fue el máximo goleador del campeonato francés. Por eso al brasileño no le cuadraba que Jean Michel Aulas, presidente del Olympique, tuviera poco interés en renovarle el contrato, que finalizó el pasado junio. "Me están faltando el respeto", afirmó en mayo Anderson; "en seis meses nadie ha tenido tiempo de recibirme. Si no quieren ampliarme el contrato un año más, que me lo digan a la cara. Mi situación es chocante teniendo en cuenta todo lo que he dado por este club". En efecto, el goleador brasileño se ha ganado durante las tres campañas que ha jugado en el Lyón el afecto de su hinchada. Incluso también había alcanzado la capitanía, un detalle que evidenciaba su peso en el conjunto francés. Pero nada de esto le sirvió para continuar en Lyón.

Anderson fue la opción escogida por el Barcelona en el verano de 1997 para cubrir la marcha de Ronaldo, fichado por el Inter. El pistolero llegaba avalado por su trayectoria en el fútbol francés: marcó 51 goles durante los tres cursos que militó en el Mónaco, donde llegó procedente del club suizo del Servette, que utilizó de trampolín para saltar a una Liga de más prestigio, la francesa. En Brasil, Anderson jugó en el Vasco de Gama y el Guaraní.

El Barça pagó al Lyón alrededor de 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas), una cifra que chirría ahora más que nunca. Antes de que terminara la temporada 1998-1999, el brasileño comunicaba su intención de dejar el Barcelona pese a que aún le quedaban cuatro años de contrato. La sombra de Ronaldo y la llegada de Kluivert pesaron demasiado y el Lyón desembolsó 19 millones de euros para hacerse con un futbolista que había dado lo mejor de sí en Francia.

Ahora, Anderson llega gratis al Villarreal, que está descontento con el rendimiento del argentino Martín Palermo, cuyo fichaje ha resultado un fiasco. El club castellonese trata ahora de deshacerse del Loco, que se ha convertido casi en una carga. El Villarreal pagó 7,8 millones al Boca Juniors en enero de 2001 por un goleador que nunca ha respondido a la fama que le precedía. Tampoco el mexicano De Nigris cumplió las expectativas, así que el club castellonense se lanzó a la búsqueda de un delantero que solucione su principal problema: la falta de gol.

Esta pasada temporada, Anderson ha visto lastrado su rendimiento por una lesión que se produjo el pasado diciembre en un partido de Liga ante el Sedan. El brasileño estuvo casi dos meses de baja antes de regresar a la titularidad. Ya recuperado, pidió a gritos su renovación, pero como el Lyón le dio calabazas, se ha marcado el reto de triunfar en España. Lo tendrá que hacer en un modesto como el Villarreal.