Ken Loach retrata las barreras del amor en su nuevo filme
El realizador británico rueda en Nerja escenas de 'Ae fond kiss'
La nueva experiencia de Loach en España sólo tiene que ver con la localización de escenas, y en nada se parece a Tierra y libertad, película estrenada en 1995, para la que contó con Rosana Pastor e Icíar Bollaín, entre otros. Ae fond kiss "es una historia muy personal", dijo ayer el cineasta, "pero lógicamente sus protagonistas están condicionados por su contexto social, viven en un mundo contemporáneo, con las presiones de esta sociedad y las consecuencias que ello tiene".
Para vivir su amor, los protagonistas, Qasim y Roisin, tienen que rebelarse contra la tradición de sus propias familias, especialmente la del joven -los padres del muchacho ya tenían pactado su matrimonio con una de sus primas-. La religión y la cultura son barreras para el amor, "pero no necesariamente insalvables", matizó el director, quien reivindicó un espíritu subversivo. "Siempre es bueno serlo cuando se vive durante siglos con unas determinadas normas y costumbres, son fenómenos muy arraigados y la generación que quiere romperlas debe tener una gran fortaleza", explicó.
En Nerja, Loach ha rodado durante dos días las escenas más amables de la película. Unos días de vacaciones que los protagonistas contratan en una agencia de viajes que le ofrece esta ciudad de la Costa del Sol "porque es barata y porque hay muchos ingleses". Durante la escapada, el joven discjockey y la profesora de música son libres para amarse. "Ahora, a su regreso a Glasgow, deberán vivir momentos muy difíciles", comentó el director.
Loach negó que su nueva película, que proyecta terminar a principios de 2004, esté inspirada en el mito de Romeo y Julieta, y también que con ella complete lo que se ha dado en llamar la trilogía de Glasgow. "Eso es muy pretencioso", dijo el director en rueda de prensa, y atribuyó la confusión a un comentario irónico que él mismo realizó y con el que únicamente dijo querer referirse a que sus dos anteriores trabajos, La cuadrilla y Felices dieciséis, también están rodados en la ciudad escocesa.
Nuevamente, Loach ha escogido como protagonistas a dos actores desconocidos. El protagonista masculino, el escocés Atta Yakub, carecía de experiencia cinematográfica, aunque la actriz protagonista, la irlandesa Eva Birthistle, sí es conocida en su país, principalmente por trabajos en televisión.
En una comparecencia ante la prensa antes de abandonar Nerja, Loach hizo un alegato contra el doblaje de las películas, y dijo que supone una estandarización. "Cuando se cuenta una historia hay que reflejar la verdad de los personajes, y eso incluye también el lenguaje". Consideró que la subtitulación de películas es uno de los retos fundamentales que tiene planteado el cine europeo, y especialmente en pequeños países. "Hay que preservar la herencia cultural que es el lenguaje y la especificidad de los idiomas, y a la vez intentar que las películas tengan un mayor alcance".
Loach no eludió comentar la situación política actual, terreno en el que volvió a reivindicar un espíritu subversivo, y "no dejar nunca de hacernos las preguntas fundamentales, sobre todo cuando sube la temperatura política". Se confesó estar preocupado porque Gran Bretaña, Italia y España conformen una "trinidad de conservadurismo, y hay que cuestionarse muchas cosas". Especialmente irónico se mostró con el primer ministro británico, Tony Blair. "En mi país los votantes eligieron un líder de izquierda y deben estar muy sorprendidos de que sus principales aliados sean Aznar y Berlusconi".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.