"La crisis de Opening afecta favorablemente al sector"
La crisis de las academias de idiomas desatada por la quiebra de Opening y las dificultades por las que pasa su competidora Wall Street han afectado en todo el sector. Incluso entre las tradicionales, donde el ordenador es una herramienta más y todavía hay profesores que escriben en una pizarra. Ginés Méndez es director gerente de Berlitz, una academia de origen estadounidense con más de 100 años de historia y 10 centros en España.
Pregunta. ¿Cómo afecta la crisis de Opening al sector?
Respuesta. Creo que de forma positiva, en el sentido de que la demanda está siendo mucho más selectiva. Ha llegado un momento en que el alumno se ha dado cuenta de que para aprender un idoma la única fórmula válida es la basada en la enseñanza presencial.
"Opening tenía un sistema de enseñanza basado en un 90% en el ordenador. Nuestros costes variables de profesor son mucho más altos"
P. ¿No ha caído el número de alumnos?
R. En los centros tradicionales, no. A finales de mayo, Berlitz aumentaba su facturación un 13% con respecto al mismo periodo del año pasado.
P. ¿Lo explican por la crisis de sus competidores?
R. En gran parte. Y también porque la situación económica es mejor. Hay que reconocer que las crisis de Opening y Wall Street han creado cierto malestar. El alumno pide ahora muchísima más información, lee la letra pequeña y pregunta si hay un crédito subrogado. Las empresas con problemas no tienen nada que ver con el sistema de enseñanza de las academias tradicionales.
P. Lo que ha fallado es el esquema financiero.
R. Es totalmente diferente al nuestro y al de otras muchas empresas del sector. Opening tenía un sistema de enseñanza basado en un 90% en el ordenador. Nuestros costes variables de profesor son mucho más altos. Opening invertía el diferencial en marketing: campañas tremendas en prensa y radio. Atraía a los alumnos con esas campañas y después les subrogaban un crédito. El banco metía todo el dinero en tesorería y el alumno iba pagando.
P. ¿Cuánto invierte Berlitz en publicidad?
R. En torno al 4% de las ventas. En la federación de centros hay muy pocos que se financien como Opening.
P. ¿Cómo lo hace Berlitz?
R. El alumno puede pagar por mensualidades, trimestres o nueve meses. Somos los depositarios de ese dinero. Además existe un código ético, firmado por la dirección general de consumo y la Federación Española de Centros de Enseñanza, que obliga a devolver el dinero si un alumno suspende sus clases y la causa es achacable al centro. En Berlitz vamos más allá y no es nuevo. Incluso cuando la causa es achacable al alumno, le devolvemos el dinero.
P. Su nuevo plan de crecimiento se basa en franquicias.
R. Tenemos 10 centros propios y queremos abrir dos franquicias este año en dos ciudades en las que no estamos. Facturamos 4,5 millones de euros y queremos terminar 2003 en 5,2 millones de euros. El margen de beneficio es del 8,5%
P. ¿Cuáles son las condiciones de esas franquicias?
R. Pagar 30.000 euros de cuota de inscripción. Estimamos que la inversión inicial está en torno los 130.000 euros. Después sobre la venta bruta de cada franquiciado, éste debe pagar el 7,5%.
P. ¿Qué control mantendrá Berlitz?
R. Los precios son libres. Se les da todo el apoyo de toda la casa, por ejemplo en la política de personal que en este sector es muy compleja.
P. ¿Por qué?
R. Está muy centrada en unos meses, de octubre a junio, y en determinadas horas. La demanda es muy flexible.
P. ¿Cómo se contrata a los profesores?
R. La mayoría son por obra y servicio. También pueden ser contratos por circunstancias de la producción. La base es de contratos indefinidos. Entre los profesores éstos pueden ser el 50% o 60%. La empresa la forman unas 240 personas, 170 de ellos profesores.
P. ¿El sector crece?
R. No hay estadísticas. Estimamos que hay unas 4.000 academias, sólo el 20% con más de 350 alumnos. Es un sector muy atomizado. El último año la crisis ha sido generalizada y han cerrado muchas empresas. Hasta el 2001 hubo crecimiento por una razón: España está a la cola en idiomas. Según la última encuesta del CIS sólo el 18% de los españoles habla inglés y el 14% francés.
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