La falsificación de abonos de transporte obliga al Gobierno a cambiar su formato

El Gobierno regional ha detectado en los últimos dos meses la circulación de abonos de transporte falsos. La denuncia efectuada por un ciudadano que alertó al Consorcio de Transportes de que tenía en su poder un billete mensual ilegal ha permitido llevar el asunto a los juzgados, establecer controles en estaciones y solicitar la colaboración de la Policía Municipal para detectar estos casos. A partir de agosto, los abonos llevarán una nueva banda metálica más sofisticada que la magnética, según los responsables del Consorcio que será "imposible de imitar".

Los responsables del Consorcio de Transportes tenían noticias desde hacia varios meses de que los manteros, además de vender discos compactos piratas, habían incluido entre sus productos ilegales abonos de transporte falsos que se podían adquirir a mitad de precio. Los legales valen entre 33,60 y 81,20 euros, dependiendo de la zona en la que se pretenda transitar. Pero fue el pasado mes de mayo cuando encontró la prueba necesaria para actuar.

Un hombre que intentaba cambiar de transporte -de un tren de cercanías a la red de metro- en un intercambiador descubrió que su abono no le permitía cruzar el torno de acceso. El usuario se dirigió entonces a una taquilla donde los empleados de metro comprobaron que el billete era falso. A partir de ese momento, el Consorcio de Transportes se puso en marcha.

Primero, el Gobierno regional presentó una denuncia ante los juzgados con titular desconocido para poder así abrir una investigación y, a continuación, se comunicó lo sucedido a la Policía Municipal. Con fecha 25 de junio, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCAM) publicó esta información y anunció que se elaboraba un fichero de personas que habían utilizado este tipo de documentos falsos y que habían sido descubiertas. Fue a partir de ese momento cuando la unidad especializada en controlar a los llamados manteros comenzó a investigar. "Nos confirmaron que en sus controles habituales estaban hallando este tipo de billetes falsos", señaló ayer un portavoz del Gobierno regional.

Controles

Los responsables del Consorcio establecieron paralelamente algunos controles en la red de Metro. "Pero detectar estos billetes es una tarea muy complicada porque no se pueden establecer controles minuciosos en las estaciones, sino aleatorios", señalan estas fuentes.

El Gobierno regional ha optado, en vista de la complejidad del problema, por establecer importantes cambios en la confección del billete. A partir del próximo mes de agosto los abonos de transporte llevarán en su parte posterior una nueva banda magnética confeccionada con metal. "Se trata de un sistema más sofisticado y difícil de falsificar", señala un portavoz del Consorcio. "Los nuevos abonos de transporte que se venderán a partir del día 20 ya llevarán este dispositivo", añade.

Para elaborar estos nuevos controles de seguridad, los responsables del Consorcio también se van entrevistar en los próximos días con los responsables de los transportes públicos de París. "Allí nos han dicho que hace un año también tuvieron un problema similar al nuestro", señalan desde el Consorcio.

Con el fin de extremar al máximo los controles de seguridad, el Gobierno regional añadirá un segundo blindaje a estos abonos. "Estamos estudiando incluir, además, en los abonos un sistema de tintas similar al que se utiliza habitualmente en los billetes de curso legal", explican.

El 70% de los usuarios de los tranportes públicos utilizan este tipo de abono. El más utilizado es el reservado a la zona A, que engloba todos los transportes públicos de Madrid capital.

Los abonos de transporte que se venden en Madrid se fabrican en Barcelona y en algunas ciudades de Francia. Se trata de fábricas especializadas en este tipo de productos. Según los datos facilitados por el Consorcio, se venden al mes un millón de abonos de transporte.