"Me considero un predicador musical"
Hace ya 13 años que Bill Wyman decidió dejar de ser el bajista de los Rolling Stones. Estaba "harto de hacer siempre lo mismo". En 1996, Wyman, de 66 años, montó los Rhythm Kings, grupo con el que ha sacado ya cuatro discos, el último, Double Bill, en 2001. El pasado jueves, el músico, que detesta volar, viajó en coche desde Inglaterra para actuar en el Festival Internacional de Jazz de Villalba (Madrid). Durante una rueda de prensa organizada en una tienda madrileña le robaron el maletín donde guardaba objetos personales, incluido el pasaporte y las llaves del automóvil. Lo mismo le ocurrió el año pasado cuando vino a actuar a España. Aun así, el ex rolling stone no ha cancelado sus actuaciones en nuestro país. Tocó anoche en Villalba, y actuará mañana y el lunes en Ibiza, el martes en Barcelona y el miércoles en Valencia.
"Los Rolling Stones tocan porque necesitan ser adulados. No tienen nada más importante en sus vidas"
Pregunta. ¿Qué precio paga usted por hacer lo que le gusta?
Respuesta. Estar alejado de mi familia, a la que adoro. Pero no me quejo, la gira va muy bien. Hemos llenado incluso en París. Tengo una banda fantástica, tocamos más de ocho estilos diferentes, blues, jazz, soul, rock... Lo que hacemos es realmente bueno. Si no, no lo haría. No trabajo por dinero, sólo por diversión. Con los Stones me aburría, tocábamos siempre las mismas 30 canciones.
P. ¿Todavía le piden alguna de esas canciones en sus conciertos con los Rhythm Kings?
R. Rara vez, alguna vez me ha ocurrido en Alemania. Siempre me niego y el público lo entiende. Para mí no tiene sentido. Cuando alguno de mis antiguos compañeros saca un disco en solitario, al final, en los conciertos, el 90% de lo que tocan es de los Rolling. Eso es jugar sobre seguro y demuestra además falta de fe en sus canciones. Yo no tengo ese problema. De todas formas, los discos en solitario de Keith [Richards] y Ronnie [Wood] también suenan a los Stones. ¿Para qué hacer lo mismo con otra banda cuando lo puedes hacer con la mejor del mundo?
P. ¿Está harto de que le pregunten sobre sus ex compañeros?
R. No, no me importa, lo que me molesta es que sólo me pregunten por ellos. Mantenemos una buena relación. Sé que estuvieron aquí hace unos días y llenaron. Siempre llenan.
P. ¿Por qué cree que siguen embarcándose en esas giras masivas?
R. Lo hacen porque no tienen nada más importante en sus vidas. No encuentro otra razón. Algunos de ellos, además, necesitan ser adulados. Charlie Watts no, y yo tampoco. Pero los otros tres necesitan que les digan "¡Oh, qué grandes sois!". Keith además no tiene ningún otro interés en su vida, lo único que hace es tocar con los Stones o colaborar con otros músicos. Mi vida ha sido siempre mucho más rica. Me gusta la historia, la arqueología, los deportes, la pintura...
P. Como a Ron Wood. Expuso aquí la semana pasada.
R. Sí, siempre monta una exposición donde estén tocando los Stones, lo hace para ver si vende más.
P. ¿Escucha a los músicos de su generación? Gente como David Bowie, Lou Reed...
R. No me gusta Lou Reed, nunca me ha gustado, su música es muy deprimente, siempre está triste. En general, no me interesa lo que hacen los de mi generación, es decepcionante, no es música de calidad. Escucho lo que hacen Paul [McCartney] y David [Bowie], un artista que admiro porque siempre está experimentando. Triunfa con un estilo y al siguiente disco cambia. Yo no soy ese tipo de músico, a mí me gustan las raíces, descubrir cosas que están ahí olvidadas y enseñárselas al público. Me considero un investigador, un predicador musical.
P. ¿Nuevas bandas?
R. No escucho apenas nada de lo que se hace ahora. Las nuevas bandas son repetitivas, malas, intentan sonar a lo de antes pero mal hecho. ¿Oasis? Lo que hacen ya lo he escuchado antes, y bien hecho. Son malas copias. La culpa es de los medios de comunicación. Las radios machacan siempre con lo mismo. A veces yo me sorprendo tarareando canciones que son una porquería, se me pegan de la radio. Las letras son terribles, patéticas, están escritas para niños de nueve años.
P. ¿Ve alguna conexión entre el blues y el flamenco?
R. El flamenco es una música pura, que sale de dentro. Es como el blues, la música más honesta que existe. Escuchas a John Lee Hooker y se te saltan las lágrimas; dices: ¡Este tío está realmente sufriendo, le acaban de pegar fuego a su novia!
P. ¿Sigue escribiendo?
R. Los tres libros que he escrito hasta ahora han tenido mucho éxito. Stone alone [su biografía] ha vendido casi medio millón de ejemplares. Ahora quisiera escribir algo sobre arqueología o sobre historia. Me gusta investigar, no me interesa nada la ficción.
P. También le interesa la fotografía. ¿Por qué no le gusta fotografiar a gente?
R. Cuando tenía 12 años, mi tío me regaló una cámara, una de esas viejas cajas con un agujero. Empecé a hacer fotos de iglesias, muros... Prefiero eso a la gente. No sé por qué, pero prefiero los objetos.
P. ¿Planes de futuro?
R. Estamos preparando un nuevo disco de estudio. Saldrá a finales de este año. Hemos descubierto a un alemán que es la leche tocando el boggie-woogie, te pone los pelos de punta.
Babelia
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