Madre desesperada

El 15 de mayo mi hijo, de 21 años, tuvo un accidente de tráfico, sin tener ni la más mínima culpa. No hay manera de superar esto al ver en el tanatorio cuánta gente le quería. El accidente se produjo a las 0.35 viniendo a su casa, con toda la documentación del coche en regla y todos sus carnets. Se encontró a un coche en sentido contrario en una curva de la carretera de Valdemorillo. El individuo que produjo el accidente era inglés, con un coche alquilado dos días antes. Mi hijo murió a las 43 horas del accidente. El inglés se declaró culpable.

Nosotros nos enteramos del accidente a las 7.45 de la siguiente forma: "Somos la Guardia Civil de Móstoles. ¿Es usted A. J.? Su hijo ha tenido un accidente, está en Puerta de Hierro, y muy grave". Desolación, nervios, los hijos pequeños por medio... Se pueden imaginar. Nos fuimos como pudimos a Puerta de Hierro. El atestado estaba firmado sobre la 1.30. Mi hijo no llegó al hospital hasta las 4.20. ¿Qué pasó durante esas tres horas?

Donamos todos sus órganos. "Mami, si algún día me pasa algo, dona hasta las uñas de mis pies y el resto lo quemas y llevas mis cenizas donde tú ya sabes", me dijo en una ocasión tras ver un programa sobre donación de órganos en la televisión.

Luego lo llevaron al Anatómico Forense, sobre las 12.30 de la noche. El juez no se dignó en firmar el documento de la autopsia hasta las cinco de la tarde. El día siguiente era puente en Madrid. Después de denuncias, se localiza al juez en su domicilio y recibimos la siguiente contestación: "El señor juez está comiendo, irá cuando acabe". Mi familia estuvo en el Anatómico Forense esperando 18 horas la dichosa firma.

¿Cómo la Guardia civil tarda casi ocho horas en localizarnos cuando la documentación del coche estaba en regla y sin tocar en la guantera? ¿Cómo tarda mi hijo en llegar tres horas al hospital? ¿Cómo pueden tener tan poca vergüenza y sensibilidad los jueces? ¿Acaso son más que los familiares? Espero que algún día se haga justicia.