El misterio continúa

El corazón del camerunés Marc-Vivien Foé se detuvo el jueves en el transcurso del partido que enfrentó a su selección con la de Colombia. Es lo único definitivo. La autopsia realizada ayer al jugador en Lyon no reveló "ningún elemento determinante sobre el origen de su muerte", indicaron fuentes judiciales. El procurador Xavier Richaud añadió: "Seguramente se trata de un fallo cardíaco, pero haremos exámenes complementarios de anatomía patológica y toxicológica para confirmar esa hipótesis. Por ahora no podemos sacar conclusiones definitivas". La fiscalía de Lyón, ciudad en la que tuvo lugar la desgracia, espera esos resultados para decidir si hay razones para investigar el dramático fallecimiento del futbolista.

Para el doctor Ateba, un cardiólogo camerunés que reside en Lyón y entrevistado por el diario deportivo francés L'Equipe, sí las hay y tienen que ver con la negligencia de la asistencia médica: "Enseguida supe lo que pasaba pero en vez de hacerle inmediatamente un masaje cardíaco, de auscultarle, lo pusieron en una camilla y lo sacaron lentamente del terreno de juego". La reanimación del jugador comenzó aproximadamente siete minutos después de su entrada en la sala de primeros auxilios, es decir, de 12 a 13 minutos después de que se desplomase sobre el césped. Para Olivier Assamba, médico de la selección camerunesa, por el contrario, "todo se hizo correctamente" y añadió: "Cuando llegamos al jugador, constatamos una reducción ocular, pero los parámetros aerodinámicos estaban presentes. Respiraba y también tenía pulso. Tras llevarlo al centro médico se intentó reanimarlo, pero desgraciadamente falleció".

Fue Patiño, un jugador colombiano, el primero en darse cuenta de la gravedad del caso y el doctor de su selección, Hector Fabio Cruz, el primero que se acercó a Foé, sin esperar a que el árbitro le autorizase a entrar en el terreno.

Las causas del fallecimiento de Foé siguen siendo un misterio. Las especulaciones sobre su salud anterior empiezan a surgir. Marc-Vivien arrastraba problemas desde hacía años. En el 2000 estuvo internado en un hospital de Lyón por una crisis de paludismo. Su hermano Manuel afirmó hace pocos días: "Marc-Vivien llegó a Lyón cansado y con trastornos gástricos". No jugó el partido anterior de su selección contra EE UU y sólo intervino en parte de uno de los otros dos anteriores. Poco antes de la tragedia, en pleno partido, Foé sufrió un golpe en la cabeza por parte del colombiano Yepes.

El doctor Assamba, por su parte, también desveló ayer: "Foé padeció una pequeña diarrea cuatro días antes del partido [frente a Colombia]. Se lo comunicamos a la FIFA y se le hicieron exámenes, que no descubrieron nada, níngún problema infeccioso.La diarrea se paró y no creo que haya una causa-efecto entre la gastroenteritis y su muerte".

Según el testimonio de un amigo camerunés, Marc-Vivien le habría pedido a su entrenador no disputar el partido del jueves porque no se encontraba bien, pero luego, una vez en el terreno de juego, no dio síntomas de cansancio ni de malestar hasta ese minuto 72 en que se derrumbó en el círculo central de un estadio medio vacío -apenas 10.000 espectadores-, pero en presencia de su mujer y sus dos hijos, que estaban en las tribunas.

El ministro camerunés de Juventud y Deportes, Bidoung Mkpatt, aseguró ayer: "Marc Vivien, durante la media parte y ya en el vestuario, animó a sus compañeros diciéndoles que tenían la final al alcance de la mano".

"Jugar es aberrante"

La final de la Copa Confederaciones se jugará mañana en París entre Camerún y Francia. Los Leones indomables de Camerún, de acuerdo con las autoridades de su país, accedieron a disputar el partido "para ofrecerle la victoria a Marc-Vivien". Con ese objetivo el jugador camerunés del Mallorca Samuel Eto'o será capaz de disputar dos finales en 24 horas, circunstancia que no encuentra impedimento alguno en el reglamento de la FIFA. Apenas minutos después de concluir la final de la Copa del Rey en Elche entre el conjunto mallorquín y el Recreativo, Eto'o tomará un avión, sufragado por la federación camerunesa, para trasladarse a París y jugar de nuevo. Ese fue el compromiso adquirido entre la Federación de Camerún y el Mallorca días antes de producirse la desgracia de Foé. Eto'o, aunque no juegue todo el tiempo, no quiere perderse el partido que se convertirá en homenaje a su compañero de selección. Camerún decidió jugar en su memoria.

Uno de sus rivales en la final de mañana, el centrocampista francés Ludovic Giuly tiene otra opinión: "Jugar esta final será indecente". Su compañero y capitán de selección, Marcel Desailly, incidió en el asunto: "De habernos sucedido esto a uno de nosotros, yo no querría jugar". El también defensa Michel Silvestre fue mucho más duro: "Creo que esta final se juega por imperativos comerciales y eso me parece aberrante. No sé si será un homenaje, hay obligaciones que nos superan. Pero si los cameruneses quieren iré al campo con mucho gusto. Y en todo caso, me duele el corazón al oir a Joseph Blatter decir que el fútbol sigue y que hay que jugar", concluyó.

La FIFA sí ha anunciado que no habrá festejo alguno antes ni después de la final.