La UE aprueba el recorte de las ayudas agrícolas

La reforma de la Política Agraria Común (PAC) quedó ayer sellada después de un difícil acuerdo entre los ministros de Agricultura de la UE. Las ayudas al campo se reducirán en un 3% en 2005, un 4% en 2006 y un 5% a partir de 2007, sobre la base de unas cantidades máximas establecidas hasta 2013. El objetivo es primar el medio ambiente y la calidad en lugar de la producción. España recibirá menos dinero para desarrollo rural, pero mejorará en ovino, caprino y frutos secos, y mantiene la situación actual de Canarias.

El respaldo de Francia y Alemania ha sido determinante para que el comisario europeo de Agricultura, Franz Fischler, sacara adelante su reforma. Frente a una pretensión inicial de recortar hasta un 19% las ayudas directas al campo, los ministros europeos han modulado su impacto.

La reforma arrancará en 2005 con una reducción del 3%, pero el recorte será del 5% desde 2007. Los ajustes se aplicarán a las cantidades que el presupuesto de la PAC tiene ya asignadas cada año hasta 2013. Pero Fischler ha triunfado en la filosofía de la reforma: dejar de primar la producción para que ésta se regule por el mercado y condicionar las ayudas a aspectos como el respeto del medio ambiente y la calidad de los alimentos.

El Ministerio de Agricultura español aseguró ayer que España ganaba 2.752 millones de euros con la reforma en el periodo 2005-2013, al tiempo que había conseguido preservar sectores como el ovino y caprino, los frutos secos y dejar a Canarias con el sistema de ayudas actuales. Todo ello compensará con creces los menores fondos para desarrollo rural que se recibirán en el futuro. La reacción de las organizaciones agrarias y de los partidos de la oposición es de rechazo total a estos recortes, al considerar que la reforma pone fin a la política europea de protección al campo.