El rector Nieto reclama a González Pons el 1% del PIB para las universidades

El consejero de Cultura y Educación, Esteban González Pons, aseguró ayer, en el acto de clausura del curso académico 2002-2003 de la Universidad Politécnica de Valencia que el Consell quiere "consolidar la implicación entre universidad y sociedad". González pons reiteró su apuesta por un "escenario de diálogo" con las entidades académicas. En su primer acto académico como consejero, González Pons señaló que la Generalitat y las instituciones universitarias "estamos llamados a recorrer juntos un mismo camino".

Por su parte, el rector de la Politécnica, Justo Nieto, detacó en su discurso que la "gran asignatura pendiente" es la investigación "con vocación de utilidad al servicio de la socioeconomía próxima, lo que se llama Innovación y Desarrollo Tecnológico" y se mostró seguro de que ésta "tendrá el reconocimiento que merece". Afirmó que en la Comunidad Valenciana el modelo de financiación universitaria vigente hasta este año "es uno de los más avanzados y envidiados de España, aunque hay que perfeccionarlo y mantenerlo". En este punto, señaló que destinar "lo que habitualmente se considera inversión normal, el 1% del PIB, está todavía por hacer". "Un mínimo del 1% de los 10 billones del PIB valenciano ha de movilizarse en este sentido", reclamó, si bien esos recursos "no han de venir sólo de la Administración", sino que también la empresa y la sociedad deben contribuir.

Nieto, en su discurso, señaló que la ética es "el gran problema de la universidad española". Esta institución, según dijo, "tiene que rehacerse y refundarse éticamente, en sus principios, sus objetivos, sus prácticas, su gobierno, su actividad y su financiación". La referencia se produjo en relación con la investidura como doctor honoris causa de la Politécnica del filósofo y ensayista José Antonio Marina, quien lamentó en su intervención la separación entre ciencia y humanidades e instó a las universiades a "recuperar el afán por la universalidad". Marina criticó que el mundo moderno "ha separado de forma inclemente las ciencias y las humanidades" y, en este sentido, abogó por "buscar una doble unificación de ciencia, tecnología y humanismo". Señaló también que en el origen de todas estas "obras del espíritu" está la "inteligencia creadora".