Turismo endurece las condiciones urbanísticas para la apertura de nuevos hoteles de playa

La nueva normativa hotelera de Andalucía introducirá criterios muy exigentes para la apertura de nuevos establecimientos en el litoral, a los que requerirá que dispongan de una superficie mínima en proporción con el número de plazas de alojamiento que oferten. Consejería, sindicatos y patronal, que forman la Mesa del Turismo, comparten el criterio, pero no han sido capaces de cerrar un acuerdo sobre los números y determinar cuál será esa ratio exigible, por lo que han optado por encargar un estudio de simulación que contemple distintos parámetros.

La concreción de esta ratio entre metros cuadrados y plazas es el único punto pendiente en el borrador del decreto que regulará la actividad hotelera en Andalucía tras tres meses de debate en el seno de la Mesa del Turismo. Este ha sido además un asunto muy polémico en el seno del sector, especialmente contestado por algunos promotores y partidos políticos como el PP, que entienden que se trata de un obstáculo muy complicado para la construcción de nuevos hoteles y que en la práctica se trata de una moratoria encubierta.

El viceconsejero de Turismo, Javier Aroca, negó tal consideración y apeló a las exigencias de calidad y sostenibilidad que tiene que afrontar el sector turístico andaluz para justificar la introducción de criterios más exigentes. "Extremamos las exigencias respecto al principal activo que tenemos, que es el litoral, y la experiencia nos dice que los hoteles necesitan desarrollarse en estos parámetros", explicó Aroca, quien insistió además en que no se trata sólo de criterios urbanísticos. "Va a a haber muchos requisitos en cuanto a consumo energético, de tratamiento de residuos y medio ambientales, o de determinados servicios a los clientes, que en general van a requerir que quien quiera abrir un hotel deba hacer un esfuerzo mayor que hasta ahora", explicó. Se trata, según Aroca, no sólo de evitar edificios de alto impacto paisajístico y que se construyan alojamientos en sitios inadecuados, sino de procurar también el confort y unos servicios de la mayor calidad posible.

El presidente de la patronal hotelera, Miguel Sánchez, recalcó que los empresarios han apoyado estos requisitos por unanimidad. "No queremos perjudicar a nada ni a nadie, sino buscar la calidad", apostilló.

El modelo de simulación ofrecerá determinados supuestos sobre las posibilidades de nuevos hoteles en el litoral en función de distintas ratios posibles, y sobre las que en principio, la Consejería barajó en su día entre 90 y 100 metros cuadrados por plaza. "Sin en un caso extremo nos dice que entre Vera y Tarifa no se puede construir un hotel, esa opción no nos valdrá", dijo Aroca.

Las situaciones diferentes que se dan en las distintas costas andaluzas en cuanto a la ocupación del suelo permiten aventurar que sea cual sea el criterio por el que se opte, habrá zonas donde la normativa permita más hoteles que en otras. A este respecto, el viceconsejero matizó que nadie podrá achacar al decreto de hoteles que no se puedan construir nuevos hoteles en lugares ya muy colmatados. "Hay sitios donde no hay suelo disponible, y no lo hay con decreto o sin decreto", dijo.

La nueva reglamentación de hotelera establece cuatro modalidades diferentes de hoteles: de playa, rurales, de ciudad y de carretera, cada uno de los cuales tendrán sus requisitos específicos. También para los hoteles rurales habrá exigencias de superficie, más amplias incluso que en el litoral, ya que en la mayoría de los casos de ubican en suelos no urbanizables.

Además, junto a las categorías existirá la posibilidad de reconocer la especialización de establecimientos en determinadas ofertas -salud, deportes, ocio, congresos, golf, etc..-.

Además, habrá un sistema de evaluación permanente de las categorías, que una vez concedidas se revisarán a los cinco años. "La calidad no es estática, y las exigencias cambian, nadie puede relajarse y creer que una calificación se da para toda la vida", dijo el viceconsejero.