Jornada de calma

Los inversores cambiaron ligeramente el signo de sus operaciones en esta sesión, convencidos de que la Reserva Federal bajaría finalmente los tipos de interés. Los datos económicos estadounidenses conocidos ayer apuntaban en esa dirección, con un mercado hipotecario muy activo gracias a los bajos tipos de interés y el consumo mostrando todavía algunas dudas. La venta de casas nuevas registró en mayo la mayor subida en 10 años, mientras que los pedidos de bienes duraderos descendían el 0,3%, y es en ese terreno, el del consumo, en el que la Reserva Federal quiere influir.

Las reacciones de las bolsas fueron discretas, con avances que apenas superaban el medio punto porcentual, y una clara selección de objetivos, al menos en el mercado español.

El Ibex 35 recuperó el 1,02%, pero todavía quedaba por debajo del nivel de los 7.000 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid subía el 0,88%, para cerrar en 724,94 puntos.

Los datos económicos publicados ayer en Europa eran bastante confusos, con una caída del 1,6% en mayo en los gastos de consumo de particulares en Francia y un avance de la confianza de los empresarios alemanes en el mes de junio, a pesar de la huelga que vive el sector metalúrgico precisamente en estos días.

Las esperanzas de los inversores se centran, sobre todo, en los síntomas de recuperación de la economía de Estados Unidos, dejando el resto a la simple inercia, pues nadie duda que a continuación se producirá la reacción en Europa. Los problemas pueden producirse entre esos dos momentos, aunque los inversores están convencidos de que la mejora en los resultados de algunas grandes empresas puede llenar ese vacío sin grandes complicaciones.

Entretanto, la disposición de la inversión particular a asumir riesgos inmediatos parece muy limitada, pues ayer, de los 2.788,55 millones de euros que se negociaron en el Mercado Continuo, tan sólo 1.709 procedían de operaciones de mercado.