Fiestas de San Antonio
Un año mas, con motivo de las fiestas de San Antonio, hemos sufrido las consecuencias de una desafortunada ubicación del recinto ferial, y con ello se van a producir nuevamente daños y graves molestias a personas, animales, plantas y cosas.
Lo primero es el ruido. Más de 50 atracciones mecánicas, con sus sirenas y altavoces; los cohetes y el griterío de los feriantes a través de sus amplificadores atrayendo a los clientes perturban seriamente nuestra vida. Entre nosotros hay muchas personas que, con la excepción del sábado y del domingo, tenemos que trabajar, y muchos lo hacemos fuera de Villalba, lo que nos obliga a madrugar. Buena parte de nuestra vecindad somos gente joven y con bebés que deben descansar. Y esta tortura no sólo se produce un fin de semana, sino diez días seguidos, desde el 7 al 16 de Junio, ambos inclusive. Y las atracciones están abiertas hasta las 4 de la madrugada y los fines de semana hasta más de las 6.30.
Por otro lado debemos señalar que la instalación de estas atracciones se produce, en muchos casos, a menos de medio metro de nuestras fachadas y ventanas lo que hace aumentar el impacto acústico. Algunos portales están parcialmente cegados por los tenderetes completamente adosados a los mismos. La entrada a nuestro garaje estuvo ocupada por algún tenderete al anochecer y su uso produjo bastante tensión a la salida y entrada de vehículos.
Ahora le hablaré de seguridad. La ocupación de aceras es total en el caso de las calles de Cantarranas y Hontanillas, lo que nos obliga a caminar por las calzadas, con cierto peligro, ya que no se ha cortado el trafico de vehículos. Adultos, niños y bebés en sus coches, deben circular por el asfalto. Y todo esto las 24 horas durante 10 días. Por la calle de Cantarranas, a partir de las 4 de la madrugada, los vehículos circulan en ambos sentidos a pesar de ser de una sola dirección. Cualquier pequeño incendio que pudiera producirse en las freidurías y similares afectaría, con toda seguridad, a nuestras viviendas. Por no hablarle del hedor de los residuos que se acumulan.
Y todo esto con temperaturas diurnas superiores a los 30 grados y nocturnas que no bajan de los 25. Y con las ventanas necesariamente cerradas debido al ruido.
La manipulación y el despacho de alimentos se efectúa sin cumplir normas de seguridad alimentaria. Esto sin contar con los olores dado que los feriantes se hacen sus comidas ante nuestras ventanas y, por supuesto, abandonan los desperdicios ante las mismas.
Para nosotros el Parque de Peñalba es parte de nuestro entorno y nos consideramos afortunados por tenerlo tan cercano. Este parque ha estado frecuentado, hasta ahora, por distintas familias de ardillas pero ya han desaparecido. Estamos en plena época de nidificación y las múltiples especies que habitaban en el parque reclaman un estudio de impacto ambiental.
Nuestras aceras y calzadas, muy bien conservadas hasta ahora, estarán llenas de residuos de grasas de las atracciones mecánicas, y de aceites de las freidurías instaladas. Los bordillos han sido marcados con pintura delimitando el espacio de cada feriante y así se han quedado. Y a pesar de nuestras llamadas le puedo asegurar que nadie ha venido a limpiar.
Este patético panorama nos a obligado a apelar al sentido común y pedir al Ayuntamiento que considere la posibilidad de ubicar este festejo en otro lugar. Y hemos sugerido la explanada situada detrás del parque de bomberos en la que las construcciones residenciales son muy escasas. Han hecho caso omiso. Algunos de nosotros nos iremos de nuestros domicilios buscando "asilo" en casas de familiares en otros municipios.
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