La última y paradójica carambola

El premio, como mucho, será menor: ganar al Celta para atrapar una plaza en la Copa de la UEFA y esperar que el Athletic no gane al Madrid. Tras un curso nefasto, el Barça sólo puede aspirar a eso: ser el sexto y, de paso, irse de vacaciones sin pagar el peaje de la Copa Intertoto. La última jornada de la Liga ha retratado desde hace tres años la decadencia azulgrana: en 2001 y 2002 ya alcanzó la Champions en el último suspiro y ahora debe conformarse con la Copa de la UEFA. Radomir Antic, que podría dirigir hoy su último partido al Barça, deslizó un comentario irónico cuando se le planteó que muchos socios preferirían que el Athlétic les arrebatara el segundo torneo continental si ello implicase que el Madrid perdiera el título: "Ésa es la diferencia entre los forofos y los hombres de fútbol".

El partido, que abrirá la era de Joan Laporta, que tomará hoy posesión de su cargo de presidente, dividirá sin duda el sentimiento de la grada. El Barça es el único club que no ha fallado nunca en los torneos europeos y quedar apeado de los mismos es considerado casi como una cuestión de honor. Laporta ya anunció que jugará la Intertoto si no logra el mínimo listón. No importan siquiera las hipotecas que conlleva esa ronda preliminar que dejaría a los jugadores casi sin vacaciones.

A todo esto, el vestuario aguarda con excitación las decisiones que adoptará mañana la junta, apremiada por la complicadísima situación económica. La directiva quiere recortar gastos en todos los estamentos del club, incluida una plantilla a la que considera sobrevalorada en lo económico. No está clara la continuidad de cinco titulares: De Boer y Cocu -acaban contrato-; Sorín y Mendieta -están cedidos- y Kluivert -podría ponerse en venta si no accede a rebajar su ficha-, cuyo futuro se adivina tan incierto como el de Antic, que tiene escasas posibilidades de cumplir el año de contrato que le resta. "Ya veremos. Pero yo estoy orgulloso con mi trayectoria. Acabo de cumplir 400 partidos en Primera y eso no lo puede decir todo el mundo", dijo el serbio, que asumió la dirección del Barça cuando iba el 16º -ahora es el séptimo-, pero que no ha logrado clasificarlo para la Liga de Campeones.