La línea 5 de Cercanías lleva 16 meses sin bloqueo automático

La compañía Renfe, a través de una portavoz, reconoció ayer que desde hace 16 meses permanece desactivado entre Alcorcón y Móstoles un sistema de bloqueo y control automático, denominado BCA, que reforzaba la seguridad de la línea 5 de Cercanías, en la que el pasado miércoles se produjo un accidente en el que hubo 14 heridos leves por alcance de tres trenes. La portavoz identificó este sistema de control y frenado con el que se denomina LZB, que regula el flujo de trenes por vías de alta densidad como la que cruza Móstoles, donde sobrevino el alcance.

"La desactivación desde hace 16 meses del Bloqueo y Control Automático obedeció a exigencias derivadas de las obras de metrosur", explicó ayer una portavoz de Renfe. "Dos de las estaciones concernidas de la línea 5 (Alcorcón y Móstoles), estaban siendo sometidas a obras de adaptación a metrosur en sus andenes y en otros elementos de su estructura viaria, de manera que resultaba necesario desactivar ese sistema", explicó. Y anunció a continuación: "En las próximas semanas, el BCA será reconectado". No obstante, no precisó cuándo se producirá el restablecimiento.

La portavoz explicó que "la desconexión del sistema de seguridad de bloqueo y control implica que el maquinista del tren no recibe instrucciones informatizadas, que llegan a la máquina del convoy a través de los raíles".

Sin menoscabo

En cuanto a las condiciones de seguridad existentes en la misma línea 5 en la jornada del accidente, la portavoz de Renfe subrayó: "Además del denominado Anuncio de Señales y de Frenado Automático (ASFA), funcionó con normalidad otro sistema denominado CTC, con lo cual la seguridad en esa línea no se vio menoscabada". El CTC es de otra naturaleza y, aunque se trata de un sistema automático, funciona de manera no informatizada.

Renfe reconoció asimismo que el reglamento de circulación autoriza a los maquinistas a reiniciar la marcha de un tren si la señalización que indica parada anuncia permisividad y si existe posibilidad de control visual de sus maniobras por parte del conductor. Es lo que se denomina marcha a la vista. "En el alcance del miércoles, el maquinista, reglamentariamente, frenó en una primera ocasión; reinició luego la marcha. Volvió a frenar; reemprendió la marcha de nuevo y, en su tercer trayecto, no se detuvo y sobrevino el alcance". A su juicio, "todo parece indicar que hubo un error humano".

Otras fuentes técnicas informaron, por su parte, que los trenes experimentan en su frenado un desplazamiento inercial que puede prolongar su trayectoria entre 200 y 500 metros.

El alcance de un tren con seis unidades 447 contra la parte trasera de otro tren de similares características, detenido a 300 metros de la estación de Móstoles-Central, sobrevino a las 8.17 del pasado miércoles en la línea que une Fuenlabrada-Móstoles-El Soto. Los coches cuentan con dos filas de 240 asientos y se calcula que en horas-punta cada uno traslada 750 viajeros. La frecuencia de circulación es, en esa vía, de unos 20 trenes a a la hora entre las 6.30 y las 9.00.