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PROFESIONES

El Rey preside el bicentenario de la Escuela de Caminos

El Rey inauguró ayer en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid los actos del bicentenario de la fundación de esta institución académica y científica, decana de las de ingenieros españoles, que creara el científico canario Agustín de Betancourt a finales de 1802. El Rey subrayó la contribución de los ingenieros de caminos -a quienes felicitó en su onomástica- en la tarea de modernización de España y les alentó a proseguir en tal cometido. Don Juan Carlos visitó además allí una exposición sobre la historia de la ingeniería, abierta al público hasta mediados de julio en el mismo horario que la escuela.

Al acto inaugural asistieron, entre otras personalidades, el ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo; el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos; Juan Miguel Villar Mir, presidente del colegio profesional, y el director de la escuela, Edelmiro Rúa, todos ellos ingenieros de caminos, así como Saturnino de la Plaza, rector de la Universidad Politécnica de Madrid y varios centenares de facultativos. Entre ellos se hallaba Carmen de Andrés, la primera mujer ingeniero de caminos, titulada en 1973.

Independencia científica

El director de la Escuela de Madrid destacó que hoy son 947 mujeres las que cursan esta carrera, el 43% de su alumnado. Glosó luego la figura de Betancourt, obligado a exiliarse tras un enfrentamiento con el valido real, Manuel Godoy. Éste le había encomendado trabajos y mediciones en una finca suya cercana al granadino río Genil. El Príncipe de la Paz desoyó sus recomendaciones y Betancourt, en 1808, hubo de asilarse en la capital rusa, San Petersburgo, ciudad donde fundó el prestigioso Instituto de Vías de Comunicación. El próximo 24 de junio, la ciudad del Neva, donde murió en 1824, le dedicará una estatua y una plaza.

La anécdota entre Betancourt y Godoy sirvió a Saturnino de la Plaza, rector de la Universidad Politécnica, para recordar la necesaria independencia del criterio científico respecto de la política.

Los estudios de esta ingeniería se albergaron en torno a 1802 en el palacio del Buen Retiro, junto al Real Gabinete de Máquinas.Posteriormente estuvo en otros enclaves madrileños, como la calle de la Bolsa, hasta recalar en un palacete del Cerrillo de San Blas, junto al Observatorio Astronómico. Allí permaneció hasta 1968, fecha de su traslado a un edificio de la Ciudad Universitaria, con 12 plantas y una visible fachada de hormigón. Edelmiro Rúa aprovechó la ocasión para solicitar la recuperación para la Escuela del antiguo edificio del Cerrillo del Retiro. Por su parte el ministro Francisco Álvarez Cascos destacó el papel histórico del Ministerio de Fomento en la innovación tecnológica española y recordó la figura de Práxedes Mateo Sagasta, ingeniero y político como él, que trazó la línea de ferrocarril Valladolid-Burgos.

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