El Málaga apaga la ilusión europea del Sevilla

El Sevilla se dejó en La Rosaleda sus aspiraciones de jugar la Copa de la UEFA y a buen seguro le costará un tiempo explicarse por qué. Un Málaga endeble, asfixiado físicamente, con pocos recursos ofensivos y que desde el minuto 31 jugó con 10 hombres por la expulsión de Contreras, le derrotó en los últimos 13 minutos, cuando parecía que ya nada le impedía prolongar el sueño.

El equipo de Caparrós pagó su propia candidez y su exceso de confianza. Durante casi todo el partido se mostró claramente superior al Málaga, y sus llegadas al área fueron constantes, pero nunca supo acabar las jugadas. Cuando no le sobraba un pase, le faltó un remate, y sus delanteros se empeñaron en ignorar siempre la opción más fácil. Hay dos jugadas ilustrativas: Machlas y Antoñito no acertaron a rematar sendos balones cuando estaban solos ante la puerta. Pero tantas comodidades le dio el Málaga, que se adelantó con un golazo de Darío Silva que empalmó a la media vuelta un centro de Valcarce, que siempre confió en que llegaría el gol.

En el minuto 60, Javi Navarro remataba de cabeza y parecía acabar con el partido. Así fue de hecho en el siguiente cuarto de hora, en el que el Málaga siguió sin saber como hacer daño a la defensa del Sevilla. Los sevillistas contemporizaban y llegaba cuando quería, pero se descuidó de amarrar el botín.

Nada hacía presagiar la reacción del Málaga hasta que un balón intrascendente tocado por Darío de tacón llegó a Canabal ante la confianza de Alfaro, que batió a Notario en su salida.

El Málaga dio entonces un arreón. La despedida de La Rosaleda estaba siendo demasiado triste, y en las postrimerías del partido Alfaro cometió penalti sobre Darío, que él mismo transformó.

Peiró de despidió emocionado de la afición, que vivió con desconcierto el partido. Sabe que muchos jugadores ya no estarán el año que viene, pero no quienes.