El alcalde Gallardón promete una "profunda renovación de la ciudad"

Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, fue elegido ayer alcalde de Madrid en la sesión constitutiva de la nueva corporación municipal, que tuvo como trasfondo la crisis provocada en la Asamblea regional por Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, los dos diputados desertores del PSOE. Ruiz-Gallardón fue votado para dirigir el Ayuntamiento por los 30 ediles del PP, mayoría absoluta en la corporación frente a los 21 concejales del PSOE y los cuatro de IU. El nuevo regidor, que permanece además como presidente en funciones de la Comunidad, prometió una "profunda renovación de la ciudad" a través del "diálogo".

"El nítido mandato de los ciudadanos y la confianza de mi partido me traen de regreso, tras un pequeño rodeo de 20 años, al Ayuntamiento de Madrid. Ha sido una carrera política apasionante que ahora retoma su primer rumbo". Así inició Ruiz-Gallardón su discurso tras ser investido alcalde y después de escuchar a los portavoces del PSOE (Trinidad Jiménez), de IU (Inés Sabanés) y de su propio grupo municipal, el PP (Manuel Cobo). Todos pidieron y ofrecieron "diálogo", y el propio regidor aseguró que ése será el motor de su mandato.

Ruiz-Gallardón repitió en la sala de plenos de la Casa de la Villa, llena hasta la bandera, sus principales promesas electorales, y anunció que su primera reunión como alcalde la mantendrá mañana con mandos de la Policía Municipal y con los sindicatos del cuerpo. También se comprometió a "modernizar la administración pública", combatir la burocracia, fomentar la "participación ciudadana" y culminar, con todo ello, una "profunda renovación de la ciudad".

Jiménez y Sabanés anunciaron una oposición "rotunda", pero garantizaron al alcalde su "colaboración" en los grandes retos municipales. Manuel Cobo se sumó a las peticiones de diálogo con los otros grupos, aunque puso una condición: "Que nadie olvide que el programa preferido por los madrileños ha sido el del PP". Todos los portavoces hicieron un hueco en sus discursos para tratar la crisis que atenaza a la Comunidad de Madrid desde que, el pasado martes, dos diputados socialistas electos desertaron antes de prometer su cargo y dejaron a PSOE e IU en minoría.