El ministro de Hacienda alemán no excluye anticipar una rebaja de impuestos para activar la economía

El ministro federal de Hacienda, el socialdemócrata Hans Eichel, declaró ayer, de forma inesperada en Berlín, que no excluye anticipar un año la reforma fiscal. Esto supone una fuerte rebaja de impuestos con el fin de animar la renqueante marcha de la economía alemana. La rebaja de impuestos la condiciona Eichel a la elaboración de un presupuesto solvente y acorde con la Constitución para el año próximo; una drástica rebaja de las subvenciones; la aplicación de los planes de recortes sociales previstos en la Agenda 2010 y el apoyo parlamentario de la oposición democristiana (CDU/CSU), sobre todo en el Bundesrat, la Cámara de los Estados federados, donde el Gobierno federal no tiene mayoría.

La crisis de la economía alemana y las posibles panaceas provocan que se cumpla un dicho típico alemán: "Cada día sueltan a correr una cerda por la aldea". La lista de propuestas y contrapropuestas, informaciones y desmentidos resulta mareante.

Un día se habla de subir el IVA y se califica de locura. Al día siguiente se propone suprimir la subvención en la declaración de la renta que permite deducir los costos diarios de desplazamiento en el coche privado al trabajo. Siguen propuestas de cargar con impuestos las horas extras nocturnas y de los festivos que ahora se cobran libres del acoso del fisco. No faltan los que proponen atacar a las vacas sagradas de los beneficios fiscales a los que construyen su casa o incluso a lo que queda de la minería del carbón.

Para dar una idea del giro de los acontecimientos basta recurrir a las hemerotecas. A fines de enero Eichel definió con una palabra alemana que significa algo así como delirios o quimeras la idea de anticipar un año la reforma fiscal. Todavía el pasado día 5 el canciller Gerhard Schröder calificó de "informaciones falsas" las referentes a un anticipo de la reforma fiscal.

Ayer, Eichel se sacó de forma inesperada de la chistera el conejo del anticipo de la reforma fiscal que significa una rebaja de la carga fiscal. Se trata de que entre en vigor el 1 de enero próximo una reducción de impuestos prevista para el año 2005. Los planes de reforma preveían rebajar el tipo inicial del 19,9% al 17% en 2004 y a un 15% en 2005. Los tipos máximos se rebajarían del 48% al 47% en 2004 y al 42% en 2005.

Eichel no excluye ahora anticipar todo al 1 de enero próximo, pero pone condiciones. La primera se deriva de la propia Constitución alemana, que exige en su artículo 115 que el endeudamiento no puede superar la suma de las inversiones previstas en el presupuesto, salvo "para contrarrestar una alteración del equilibrio global de la economía". En los dos últimos presupuestos se consideró que se daba esta circunstancia. Ahora Eichel dice que eso no se puede repetir en el presupuesto que presentará al gabinete el próximo día 25.

La pregunta del millón es cómo va a financiar Eichel los agujeros que provocará la caída de ingresos, que se estima en unos 18.000 millones de euros. No queda aquí la cosa, porque el señor de las finanzas ya tenía que ahorrar otros 15.000 millones de euros para presentar un presupuesto acorde con las exigencias constitucionales del artículo 115. Eichel propone recortar las subvenciones para ahorrar e incluso admite un endeudamiento que se pueda diferir en varios años. Además, exige Eichel el apoyo de la oposición en el Bundesrat, donde la CDU/CSU cuenta con mayoría.