Los jóvenes ciclistas españoles hacen sufrir a Armstrong en los Alpes

Dentro de un mes exacto, el 12 de julio, la séptima etapa del Tour de Francia, la primera de montaña, llevará a los corredores de Lyón a Morzine por el col de La Ramaz (14 kilómetros al 7%). Para algunos será una sorpresa; para otros, como los corredores que disputan la Dauphiné Libéré, terreno conocido; para Lance Armstrong, el norteamericano que es el favorito de todas las carreras en las que participa, territorio peligroso. Dos jóvenes ciclistas españoles, Iban Mayo (25 años) y Francisco Mancebo (27), se descubrieron ayer y le mostraron a Armstrong su poder en la etapa reina de la Dauphiné Libéré, disputada bajo un sol achicharrante.

Atacó Mancebo, que ya había ganado el sábado la Clásica de los Alpes, y al ataque del líder del iBanesto.com, respondió el vizcaíno Mayo con una contra en el momento en que pinchaba David Millar. Un nuevo ataque le permitió al abulense cruzar en solitario la cima de La Ramaz. Por detrás, Mayo, explosivo y extraordinario, hacía sufrir a Armstrong, que penaba por seguir su rueda. "Es un puerto más duro de lo que parecía", dijo Armstrong, quien guarda recuerdos de otro desfallecimiento por la zona de Morzine, en el Joux Plane del Tour de 2000. En el descenso se juntaron los tres, Mayo, Mancebo y Armstrong. Luego hubo tiempo para piques entre los españoles, con gran alegría de Armstrong y, al final, para la victoria de etapa de Mayo, que ya se había impuesto en el prólogo.

La efervescencia atacadora de los dos españoles es una noticia que alegra a los aficionados españoles, acostumbrados los últimos años a una excesiva sumisión a la rueda del norteamericano en el Tour. Pese a su exhibición de ayer, Mayo sigue negándose a hablar de un Tour a lo grande. "Me mantengo en que la general será muy difícil para mí", dijo el corredor del Euskaltel-Euskadi. "Así que me dedicaré a buscar el triunfo de etapas".

Sevilla no corre el Tour

Otros españoles como Beloki, Aitor González y Haimar Zubeldia también sueñan con un Tour espectacular, pero la noticia de ayer fue la confirmación de la ausencia de Óscar Sevilla, quien aún sufre de la falta de cicatrización de los puntos de la operación en la que se le extirpó un forúnculo en el perineo. El líder del Kelme y su equipo consideran que no llegará a punto para hacer un Tour digno y el albacetense, mejor joven del Tour 2001, consagrará sus esfuerzos a la Vuelta a España, igual, por otra parte, que Igor González de Galdeano, el corredor del ONCE-Eroski que fue operado el miércoles de una rotura de clavícula.