Se buscan gimnastas
Las lesiones y la inexperiencia marcan la preparación del equipo que debe arropar a Elena Gómez en el Mundial preolímpico
Elena Gómez está acostumbrada a competir sola, sin el respaldo de un equipo. Así lo hizo en el último Mundial por aparatos, en el que logró la medalla de oro en suelo, la primera de la gimnasia artística femenina española. Y el año pasado en el Europeo. Ya no es suficiente. La gimnasta de Manacor (Mallorca) necesita cinco compañeras que la arropen en el próximo mundial de Anaheim (EE UU) en agosto, donde 40 equipos lucharán por una de las 12 plazas para los Juegos Olímpicos de Atenas. Está difícil. El selecionador nacional, Jesús Carballo, tiene poco donde elegir. A poco más de dos meses de esta cita, el equipo está por hacer. Elena Gómez tiene el pasaporte asegurado porque mantiene sus buenos ejercicios de barra y suelo y ha mejorado considerablemente el de paralelas. El resto de las chicas con opciones está a años luz de ella.
Son apenas una decena repartidas entre Madrid y Barcelona. Sólo Sara Moro tiene experiencia de sobra. La asturiana de 19 años estuvo en el Mundial de Gante de 2001 y es una de las dos supervivientes del equipo que logró la quinta plaza en Sydney 2000. Tras una larga lesión, Moro sólo prepara dos aparatos -barra y suelo-, pero su experiencia puede resultar fundamental en Estados Unidos, donde la gimnasia atrae a miles de aficionados que gritan y aplauden durante toda la competición.
Con este ambiente, es difícil que gimnastas con apenas experiencia internacional controlen sus nervios. Y si hay algo que falta en la maleta de las candidatas al equipo español son competiciones. Una de las que más probabilidades tiene de viajar a California es Patricia Moreno. La gimnasta más bajita del equipo -apenas 1,30 metros y las dos rodillas aseguradas con esparadrapo- sólo ha participado en un Europeo junior y ha fallado en los dos últimos torneos de preparación. En mayo contra Bielorrusia en Guadalajara y el sábado frente a Rumanía, campeón mundial, y Brasil, en Pozuelo (Madrid). A pesar de ello, sus dificilísimos ejercicios de suelo y paralelas avalan su candidatura.
En esos dos torneos, donde España sólo fue derrotada por las rumanas, también ha estado una de las más firmes promesas de la gimnasia española, Lenika de Simone. Pero a medio gas. Una molestia en el pie, le impidió realizar sus ejercicios completos y la convierte en duda para los Mundiales. El sábado no participó en suelo y se cayó de las paralelas.
De Simone no es la única que ha visto su preparación frenada por una lesión. Laura Campos se golpeó un dedo de la mano izquierda y se ha perdido las dos últimas pruebas. La olímpica Marta Cusidó, con problemas en el cuello, también. Otra gimnasta que desaparece y reaparece es la catalana Tania Gener.
Con este panorama, Carballo se ha visto obligado a tener en cuenta a gimnastas con un nivel inferior. Además de Elena Gómez y Sara Moro, necesita a otras cuatro capaces de enfrentarse a los cuatro aparatos con soltura para jugar con la nueva fórmula de competición: salen cinco en cada prueba y suman las cuatro mejores notas.
El reto es la clasificación para Atenas, una plaza entre los 12 mejores equipos que España se ha ganado a pulso desde Los Ángeles 1984. Y que en los últimos tiempos se ha puesto "muy difícil", reconoce el entrenador español. A la proliferación de equipos por la desaparición de la URSS, se ha unido la llegada de países sin tradición que apuestan fuerte e invierten mucho dinero en este deporte. Como Brasil -11º en Gante-, Holanda -5º- y Australia -7º-. Y la recuperación de otros, como Francia, Italia y Reino Unido.
Por eso la cuarta plaza de España en 2001 parece hoy imposible. La gimnasia se ha puesto más difícil que nunca con el nuevo código y la única gimnasta española que parece haberle pillado el tranquillo por ahora es Elena Gómez. Las demás deben ganarse la plaza en las próximas semanas. En un deporte tan subjetivo como la gimnasia, su actuación será fundamental para que la campeona del mundo pueda repetir éxitos en Anaheim.
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