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Entrevista:MARCEL MARCEAU | Mimo

"Lo que enseño es la aventura del silencio"

Pregunta. Dicen que todo lo que calla en escena lo compensa luego hablando por los codos.

Respuesta. Mi respuesta es: sí.

P. ¿Cómo sigue BIP, su personaje emblemático?

R. Ha evolucionado, pero sigue siendo una metáfora. Es como una especie de Don Quijote que lucha contra los molinos de viento de la vida.

P. Los japoneses le declararon "tesoro nacional viviente". ¿Es usted como las pirámides de Egipto o como el Partenón?

R. Yo soy un ser humano. Tengo carne y sangre. No soy un monumento. Y, además, soy mortal.

P. Dice ser el francés más conocido en el mundo, junto con el comandante Cousteau. ¿Y Napoleón?

R. Él era ante todo un militar, y no tenía nada que ver conmigo. Yo estoy mucho más cerca de Cousteau.Hablábamos de los silencios del mar, y vino a verme expresar el silencio con el cuerpo.

P. ¿Hay algo que se diga mejor con gestos que con palabras?

R. Sí. La palabra es necesaria también, porque crea la comprensión. Al principio me preguntaban si era bailarín, y cuando decía que hacía mimo con mi cuerpo no sabían qué era eso. Hoy el público entiende muy bien el silencio, y se integra en él como en la música o en la palabra.

P. ¿Mira a los demás, más que escucharles?

R. Si no observara la vida, no conocería al ser humano. Y lo que enseño es la aventura del silencio. Las personas que no nos han visto nunca tienen miedo del silencio.

P. ¿Cuánto dicen de alguien sus gestos?

R. Depende del talante de quien los haga. Es como preguntar por qué llega a la gente un cantante. No es la voz o el sonido lo que llega. Es el músico.

P. ¿Se entiende con los sordomudos?

R. Sí, y vienen muy a menudo. En Barcelona tuvimos cuarenta jóvenes. Nos dijeron que igual no entendían nada y se ponían a gritar. Pero estaban hipnotizados.

P. ¿Se puede mentir mediante el mimo?

R. No. Se muestra la verdad.

P. "Como Cocteau, pienso que hace falta mucho tiempo para aprender a ser joven". ¿Lo ha conseguido?

R. Es exactamente mi caso. Me siento joven todavía, a pesar de todas las miserias del mundo. Incluso mientras uno envejece puede conservar su alma de niño.

P. ¿Charles Chaplin, Buster Keaton y usted?

R. La prensa americana ha escrito que Marceau es al teatro lo que Chaplin al cine. El resto, la historia lo dirá.

P. ¿Con el silencio se dicen menos tonterías?

R. Se dicen sólo las esenciales.

P. Afirma que en la elección del silencio quizá tuvieron que ver sus orígenes judíos.

R. Sí. Pero sea judío o cristiano, yo soy un ser humano.

P. Su padre no volvió de Auschwitz. ¿Qué recuerda de él?

R. Una vez en Alemania me dijeron: su padre murió en Auschwitz. Contesté: Murieron seis millones. ¿Comprende? No me refiero sólo a mi sufrimiento, sino al sufrimiento de la Humanidad.

P. Cuando hizo Don Juan, de Tirso de Molina, se arruinó. ¿Todo donjuán es una ruina?

R. Me arruiné porque empleé 75 músicos. Por lo demás, recuerde el final, cuando la estatua de piedra del Comendador le dice a Don Juan, que había seducido a 2.000 mujeres, que le dé la mano. La estatua, gran símbolo, permanece, pero Don Juan muere.

P. "El artista tiene que ser político".

R. Político a la griega, interesado por la ciudad. Para mí la política no es un partido, sino una forma de revelación de la vida social, de la miseria, de la riqueza, la felicidad, la tristeza.

P. ¿Qué es más peligroso: el fanatismo o el integrismo?

R. El fanatismo. Uno tiene derecho a ser integrista, a creer profundamente en sus ideas. Pero el fanatismo es peligroso, porque elimina al disidente.

P. ¿A quién revelará sus secretos?

R. Los enseño a través de mi arte. Porque la familia es la familia, los niños crecen, y todos ellos son mortales. Pero un arte no debe serlo. Debe estar vivo.

P. ¿Se ve dedicándose a otra cosa?

R. No. He utilizado siempre mi cuerpo, con la esgrima, y mi cabeza, con el ajedrez. Y luego, la pintura y el arte del mimo.

P. ¿Cómo le gustaría despedirse, cuando le toque?

R. En ese momento, moriré de pie. Como en el teatro. No caeré.

Marcel Marceau, el pasado martes, día del estreno de su espectáculo en Madrid.
Marcel Marceau, el pasado martes, día del estreno de su espectáculo en Madrid.GORKA LEJARCEGI

PERFIL

Con 81 años y cuatro hijos, se sabe mito viviente, heredero de la pantomima e inventor del arte del mimo. El día de la entrevista está de mal genio, pero dicen que es un hombre encantador. Se confiesa más humilde que vanidoso, pero "con un orgullo: que amen y comprendan mi arte". Le gusta leer e ir al cine.

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