Una ácida comedia argentina gana el Festival de Peñíscola

Se cumplieron los pronósticos. El jurado de la sección oficial de largometrajes del XV Festival de Peñíscola otorgó "por unanimidad" el máximo galardón a la película argentina El juego de la silla, de Ana Katz. Las demás distinciones se distribuyeron entre cuatro de las siete cintas españolas que concursaban y el Premio Samuel Bronston al mejor cortometraje fue para el filme de animación El abominable hombre cabeza de tostadora, de Darío Adanti y Bárbara Perdiguera.

La actriz Silvia Marsó, portavoz del jurado, fue lo suficientemente explícita para definir la cinta ganadora: "Es una de las mejores películas que he visto en los últimos años". Una reflexión quizá atrevida, pero que resume a la perfección la diferencia de calidad entre la obra de Katz, la única cinta no española que concursaba en la sección oficial, y el resto de los filmes. A través del reencuentro de un hombre que vive en Canadá con su familia bonaerense, por una escala técnica en un viaje de trabajo, la joven realizadora argentina realiza una demoledora disección de la institución familiar y de la clase media argentina que combina los recursos propios de la comedia con una acidez que acaba destapando todos los fantasmas. La película cautivó a la crítica y era la gran favorita.

El juego de la silla es una ópera prima, pero no ganó el premio a las obras primerizas, según Marsó "para dar oportunidad a otra película de calidad". En este caso, Carlos contra el mundo, del malagueño Chiqui Carabante, un recorrido pesimista por la vida de un joven que debe cargar con la responsabilidad de su familia tras la muerte de su padre. La cinta de Carabante fue de lo mejor que se exhibió en Peñíscola, pero se encontró con el problema de su escasa conexión con el género de comedia, ya que está más cerca del realismo social que de la comedia agridulce. Antonio Cuadri ganó el premio al mejor director por Éste es mi héroe, Manuel Morón fue distinguido con el premio al mejor actor por su trabajo en El traje, de Alberto Rodríguez, e Ingrid Rubio ganó el de mejor interpretación femenina por Haz conmigo lo que quieras, de Ramón de España, en cuyo reparto figura también Carmen Elías, que mereció una mención especial.