Recital en México de Juan Manuel Serrat

"Nos vemos pronto". De esta forma se despidió Joan Manuel Serrat de la multitud que, la noche del sábado, abarrotaba la plaza del Zócalo de la Ciudad de México, durante su apoteósico y gratuito concierto ante cerca de 50.000 personas. Serrat tuvo que interpretar hasta cinco bises ante un público que insistentemente le pedía "otra". Abrió el recital con Mediterráneo después de dirigirse al grupo de maestros que, desde hace semanas, acampan en la que Serrat llamó "la plaza del pueblo". "Hemos venido hoy aquí", dijo, "a acompañarlos con todo respeto en sus justas reivindicaciones". El cantante, que vivió exiliado en México 11 meses durante la dictadura de Franco, interpretó canciones de su nuevo disco, Versos en la boca, que había ya presentado anteriormente en el Palacio de Bellas Artes de la ciudad, donde actuó cinco días consecutivos, y fue desgranando su repertorio de otros tiempos acompañado por el público que, en improvisado eco, iba repitiendo las canciones. Pese a las dos pantallas de la organización fueron miles quienes adquirieron unos telescopios caseros: dos espejos y un cartón, vendidos a un euro, para ver más de cerca a su ídolo. La apoteosis llegó con Penélope, Cantares y La Saeta. Serrat, que el pasado 15 de mayo fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Morelos, cedió el protagonismo al auditorio. La lluvia intermitente, copiosa por momentos, no disuadió a un público totalmente entregado que, tras casi tres horas de concierto, sólo le dejó marchar cuando interpretó Lucía.-