'Fahrenheit'
Canal 9 emite en horario de medianoche el único programa sobre libros con estética y lenguaje cinematográfico
¿Qué novela ha conseguido colarse en las últimas semanas entre las más leídas en China? La Peste, de Albert Camus. ¿Cabe alguna duda de que Cervantes y Shakespeare murieron el mismo día? ¿Qué tiene que ver el mundo de los astilleros que retrató Los lunes al sol de Fernando León de Aranoa con los escritores en paro? ¿Tienen otra visión de las elecciones los políticos que además escriben poesía o novela? Las respuestas pueden ser varias pero el planteamiento en lenguaje televisivo con estética de thriller y composición propia de videoclip son el pretexto de una oferta única en las televisiones españolas: Fahrenheit o la ruptura del mito que asocia un programa sobre libros con algo aburrido y difícil de digerir. Aún así, a pesar de la innovación, de la invención del booklip, el espacio, de 25 minutos sin interrupción, tiene horario de brujas: los lunes, pasada la medianoche en Canal 9, coproductora del programa que se emite desde hace seis semanas y que toma su nombre del libro de Ray Bradbury Fahrenheit 451, título que sitúa en la escala térmica que usan algunos países anglosajones la temperatura a la que arde el papel.
Andrés Sánchez Magro, crítico literario y periodista, y Alain Uceda, que ha desarrollado su carrera en el mundo de la publicidad, de la radio y de la televisión, parieron el proyecto hace cuatro años largos. Con el programa piloto bajo el brazo recorrieron las televisiones públicas y privadas, de ámbito estatal y autonómicas, en 2001. En su memoria tienen las loas y entusiasmo de más de uno que calificó de "genial" la idea de hablar de libros con una fórmula similar a la utilizada para hablar de música, con Top 10 incluidos. Pero el tiempo fue pasando y los entusiasmos iniciales no se transformaron en apuestas, excepto en Canal 9, la única televisión autonómica que aceptó patrocinar el espacio.
Andrés y Alain se rompen la cabeza para crear historias que unan realidad, música, cine y literatura. Con todo ello, en ocasiones como No sólo música, con inspiración en la serie CSI o de puro documental, sin entrevistas pero con declaraciones, utilizan la champion y el fascismo en el fútbol para hablar del relato en primera persona Diario de un Skin, se valen de David Trueba y Anton Reva, o lo que es lo mismo, de las imágenes de las películas Soldados de Salamina y El lápiz del carpintero para recorrer los best-sellers españoles, que en su mayoría tienen como argumento la guerra civil española.
El conocido como asesino del naipe ha sido excusa para recuperar a Jack el Destripador como exponente de la novela negra con un thriller rodado en un matadero de Madrid por escenario sangriento. Y de fondo suena la banda U2 con Love you till the end of the world, o los Rolling Stones con Start me Up, Van Morrison con Back on top, Doors con Break on through o Kinks con All day and all of the night.
Los escritores también tienen su hueco en Fahrenheit, pero lejos del esquema retrato o pregunta-respuesta. La página web no autorizada de Javier Marías ha servido para recorrer su obra. El amor de Fernando Savater por los caballos fue pretexto para presentar las memorias del filósofo.La particular relación entre el mar y Alberti presidió el retrato del poeta recuperando la visión que ese binomio tienen quienes le conocieron. Y Nueva York a través de Lorca anuncia una subasta de la galería Sothebis y lleva hasta Paul Auster.
La Galaxia Gutenberg tiene una dimensión de celuloide sobre una escaleta que se reparte entre la crónica dedicada a un tema de actualidad, los éxitos, los más vendidos, los que se atreven a editar son ingenios, las críticas y las versiones cinematográficas de libros, conocidos o no.
Por si el viaje literario no fuera bastante, Fahrenheit hace prácticas sobre los libros de viajes, y con ellos pone el ojo en escritores, en movimientos culturales, en certámenes o en obras de arte. Hasta ahora los destinos han sido La Patagonia, São Paulo o Castellón, porque de viaje o de celebración del festival de tradición oral Fahrenheit atiende a lo último de la Comunidad Valenciana.
Cristina Warner es el rostro y la voz, en valenciano, que en blanco y negro, difuminada o distorsionada, en compañía de Echo & the Bunnymen, Morcheeba, tATu o Frank Sinatra, transita por las páginas virtuales en una propuesta que descansa en el intento de ver o dibujar a través del lenguaje televisivo el mundo literario de antes y ahora.
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