'Documentos TV' indaga en las razones de un adolescente homicida

En las carteleras todavía sorprende Bowling for Columbine, el documental en el que Michael Moore trata de explicar el porqué de tantas muertes violentas en Estados Unidos. Arranca con la matanza de 13 estudiantes en 1999, acribillados por dos compañeros de un instituto de Colorado. No es la última ni fue la primera. Un año antes, Kip Kinkel, de 15 años, asesinaba a sus padres y a dos colegas en Oregón. Documentos TV (23.15, La 2) reconstruye su historia en 'El asesino del instituto'.

Kip fue expulsado del instituto por comprar una pistola robada. Volvió al día siguiente, tras matar en casa a sus padres, cargado con un fusil semiautomático del calibre 22 de su propiedad, una pistola del calibre 38 y otra del tipo Glock del cabeza de familia y varios cuchillos. En la cafetería, donde desayunaban unos 400 profesores y estudiantes, practicó el tiro libre. Acabó con la vida de dos compañeros. "Siempre decía que sería divertido matar a alguien", declaró después uno de sus condiscípulos. "¿Nunca aprenderemos?", reclamaba un cartel junto a la vigilia que reunió a estudiantes y padres de alumnos tras la carnicería.

¿Por qué un adolescente se convierte en homicida? El reportaje de Frontline intenta responder al interrogante a través de los testimonios de familiares y amigos, compañeros y vecinos, policías y profesores que trataron a Kip Kinkel. El asesino del instituto recupera vídeos domésticos -nada más lejos del tópico de un hogar desestructurado- y escritos del adolescente. En uno de ellos confiesa: "Soy el diablo. Deseo matar y provocar dolor gratuito. Me odio por haberme convertido en esto".

El documento ve la luz cuando no hace un mes Charlton Heston dejaba la presidencia de la Asociación Nacional del Rifle blandiendo un Winchester de 1866 y repitiendo una de sus frases favoritas: "Sólo me lo quitarán de mis manos frías y muertas".