PP y PSE se miran para pactar

Nunca los resultados habían hecho más necesarios los acuerdos entre socialistas y populares para mantener las instituciones vascas que ya gobiernan PP y PSE.

Y es precisamente el empuje de la coalición nacionalista PNV-EA, pertrechada de nuevo con parte de los votos de la ilegalizada Batasuna, el que amenaza alguno de los feudos tradicionales del socialismo vasco, como la Margen Izquierda del Nervión (en Vizcaya), o lo que obliga a un pacto del bloque constitucionalista para mantener bajo su paraguas la Diputación de Álava.

Un territorio, el alavés, gobernado durante cuatro años por el popular Ramón Rabanera, donde los nacionalistas han logrado ser la lista más votada, obteniendo 19 junteros, frente a los 16 del PP y a los 12 del PSE.

El presidente de honor del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, acabó la noche electoral dejando claras dos ideas básicas: que su formación garantizará mayorías constitucionalistas pero para favorecer el acceso a las instituciones de la lista más votada. Traducido: que los populares no cederán, en ningún caso, el apetecido sillón de diputado general de Álava por parte del socialista Javier Rojo.

El PSE, que ayer reunió a su Ejecutiva, es consciente de que no puede tensar la cuerda alavesa, ya que el revés obtenido en los principales municipios de la Margen Izquierda, su granero de votos, pone en peligro importantes alcaldías históricas donde la lista más votada ha sido la de PNV-EA. Santurtzi, Sestao, Portugalete, han caído del lado nacionalista, coalición que ha reforzado su posición en Basauri, Abanto-Zierbena, Ortuella, Trapaga y Muskiz.

El socialismo vizcaíno, que lanzó todo el peso del aparato sobre los candidatos y sectores más díscolos al nuevo socialismo de Patxi López, acusa ahora esa arriesgada apuesta. A duras penas aguanta en Barakaldo (1.967 votos y un edil más), donde el ahora regidor en funciones Carlos Pera se negó a presentarse por diferencias en la lista elaborada por la dirección. En Sestao, una agrupación partida por la mitad, la cosa se complica más por la irrupción de la candidatura vecinal Vecinos por Sestao (3 ediles), abierta al pacto con casi todos. El alcalde en funciones de Santurtzi y secretario de organización del PSE, Javier Cruz, parecía tranquilizarse a sí mismo ayer cuando decía que "parece lo lógico" que las mayorías constitucionalistas funcionen en la Margen Izquierda.

Hay otro dato que puede tener consecuencias en municipios de Margen Izquierda y de Guipúzcoa: la subida de IU y la posibilidad de pactos con PNV-EA. Los socialistas no necesitan el concurso del PP en Eibar, Ermua, Lasarte o Rentería, pero un pacto a tres bandas hace necesario el apoyo popular en Pasaia, Irún, Zumarraga o Andoain.