Siurana obtiene el peor resultado en Lleida desde las elecciones de 1979

La pérdida de la mayoría absoluta del actual alcalde de Lleida y candidato a la reelección, el socialista Antoni Siurana, es el hecho más significativo de la jornada electoral de ayer en la provincia de Lleida, donde la participación subió más de cinco puntos con relación a los comicios locales de 1999. No obstante, a pesar del duro revés que significa la pérdida de cuatro escaños, Siurana podrá conservar la alcaldía una legislatura más -lleva 22 años en el cargo- si pacta con otra fuerza política. El escrutinio final ha confirmado el descalabro de la lista socialista, que, a pesar de ser otra vez la más votada, pierde la hegemonía municipal pasando de los 14 concejales actuales a 10, el peor resultado obtenido por Siurana desde 1979, cuando logró nueve concejales. CiU, el único partido que en estos comicios ha estrenado alcaldable, mejora posiciones y pasa de seis a siete concejales, el PP conserva los cuatro ediles, ERC tenía dos y gana uno e ICV, el auténtico vencedor, pasa de uno a tres.

En estas elecciones se ha producido un avance significativo de las fuerzas minoritarias, que han captado los votos perdidos por los socialistas y que en la próxima legislatura podrían tener un papel decisivo. El desgaste de 22 años al frente del consistorio ha pasado factura a Siurana, sin olvidar otros aspectos polémicos de su gestión más reciente, como la política de privatizaciones y el fuerte endeudamiento municipal. Los resultados de ayer no sólo comportarán cambios en la nueva composición del Ayuntamiento de Lleida, sino que abrirán un serio debate en las filas socialistas. Hace ocho años, Siurana también perdió cuatro concejales y, después de gobernar un año en minoría, estableció un pacto con el único concejal ecosocialista, Francesc Pané, que también se ha mantenido esta legislatura a pesar de no necesitar de su voto. Precisamente ha sido Pané quien ha salido más reforzado en estos comicios por su labor en el equipo de gobierno en los últimos ocho años desde sus responsabilidades en el campo de la cultura. Siurana compareció ante los medios de comunicación locales para reconocer que los ciudadanos de Lleida no quieren una nueva etapa de mayoría absoluta en el consistorio y sí un gobierno de coalición con fuerzas progresistas siguiendo, dijo, el modelo de Barcelona. "Tengo la voluntad de pactar y la experiencia para seguir gobernando esta ciudad", señaló el aspirante socialista a la alcaldía después de felicitar a los candidatos de ICV y ERC, Pané y Xavier Sáez.

Los socialistas también han pasado muchos apuros en las capitales de comarca en las que ya gobernaban. Con los resultados de ayer pierden la alcaldía de El Pont de Suert (Alta Ribagorça), que pasará a manos de CiU, y ven peligrar las de La Seu d'Urgell (Alt Urgell) y Tremp (Pallars Jussà), donde la gobernabilidad queda en manos de ERC. Por su parte, CiU mantiene su hegemonía en Mollerussa (Pla d'Urgell), Solsona (Solsonès) y Sort (Pallars Sobirà), pero podría perder los ayuntamientos de Vielha (Val d'Aran), Tàrrega (Urgell) y Cervera (Segarra).