El retroceso de Clos cae como un jarro de agua fría sobre el PSC
Los socialistas obtienen su séptima victoria, con el número más bajo de concejales
Joan Clos fue recibido al grito de "¡alcalde, alcalde!". Pero las caras de los militantes que se concentraban en la sede del PSC de la calle de Nicaragua reflejaban la bofetada de las urnas. Ganaban, sí. Pero con 15 concejales, con una sangría de 61.000 votos y una pérdida porcentual del 11,7%. Estaba claro que los 15 concejales que daban a Joan Clos de nuevo la alcaldía -en la confianza de la reedición del pacto de progreso- sabían a muy poco y que las expectativas de mantener una "clara mayoría" no se habían logrado, sino todo lo contrario.
"Hemos vuelto a ganar las elecciones por séptima vez. Tenemos que estar orgullosos", dijo Clos. Controlado y contenido, en la tarima su rostro no reflejaba el chasco. De cerca, ya era otra expresión. "He felicitado tanto a Iniciativa como a Esquerra, compañeros de la mayoría de progreso durante todos estos años, por sus excelentes resultados", dijo. La reflexión que hizo en su discurso fue doble. Por un lado, se refirió a un fenómeno de "polarización" del electorado, fenómeno que atribuyó a los últimos acontecimientos, entre ellos las movilizaciones contra la guerra. La otra reflexión era acerca del castigo recibido en las urnas: "Tomamos buena nota y escuchamos el resultado, lo que dice el electorado, que quiere que hagamos un avance -no sabía encontrar la palabra concreta- hacia posturas más de izquierdas. Nos aplicaremos en hacerlo", subrayó.
La alta participación y, con ella, la subida de los socios minoritarios, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, perjudicaron a los socialistas, a los que al cierre de la campaña, el pasado viernes, les costaba imaginarse con menos de 18 concejales.
El ambiente de la sala central de la sede de la calle de Nicaragua no tenía nada que ver con el vivido en la noche electoral de 1999, cuando el PSC rozó la mayoría absoluta. Semblantes cariacontencidos y pocos dirigentes del PSC, por no decir ninguno, antes de la evidencia del resultado del escrutinio. Hasta pasadas las diez de la noche no se vio a ningún concejal actual ni miembros de la lista del PSC.
El gobierno tripartito saliente de las urnas tiene el mismo número de concejales (25) que el que puede formar ahora Clos con sus dos socios de gobierno. Pero la relación de fuerzas ha variado enormemente. Si antes era 20 (PSC), 3 (ERC) y 2 (IC), ahora las cifras estarán mucho más equilibradas con 15, 5 y 5. Forzosamente, ese nuevo equilibrio se reflejará en el reparto de áreas de responsabilidad y del timón de los 10 distritos de la ciudad. "Es apresurado hablar de repartos cuando lo primero es llegar a un acuerdo de gobierno, pero es evidente que se tendrá que negociar mucho más. No hay que dramatizar porque ya lo hemos hecho en otras ocasiones", afimaba uno de los concejales socialistas electos.
En corrillos, los ediles electos y los que se han quedado en la cuneta hacían sus reflexiones de lo ocurrido. "En parte, se veía venir que íbamos a perder por el sector más joven, que esta vez se ha ido con Mayol o Portabella", comentaba un concejal. "Creo que el mensaje de los proyectos de futuro no ha sido suficiente; hacía falta más carga ideológica, que no la hemos sabido dar", argumentaba otra pieza clave para Clos. El mea culpa que ayer se extendía en la sala del PSC reflexionaba bastante sobre la pérdida ideológica. "No sólo se puede ofrecer gestión, aunque ésta sea buena o bastante buena. El ciudadano quiere más ideología y ahí hemos fallado", argumentaba otro edil. Ese análisis era compartido por algún cargo del partido. En cualquier caso, ni el más pesimista imaginaba un retroceso tan severo.
El resultado deja en la cuneta a varios regidores de este mandato y a otros que aspiraban por primera vez, como es el caso de Montserrat Ballarín, vicedecana de la Pompeu Fabra, que ocupaba el 16º puesto de la lista.
Entre los que se quedan fuera, contra pronóstico, están Manuel Pérez, concejal de Nou Barris, Ferran Julian, concejal de Sant Andreu y el edil más veterano del consistorio, Albert Batlle, responsable del área de deportes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.