La Real encara el título
El equipo donostiarra defiende su liderato en Málaga con la ventaja de conocer los resultados del Madrid y el Deportivo
Nadie en San Sebastián espera resoluciones adelantadas de un título de Liga muy disputado y demasiado complejo, pero todos miran por el rabillo del ojo a la presente jornada. En la Real Sociedad se piensa que puede ser aclaratoria -si los rivales pinchan y ella gana en La Rosaleda al Málaga- aunque nada sea seguro hasta el último minuto del campeonato.
La Real ha ganado cinco de los seis últimos encuentros disputados -sólo falló ante el Barcelona- y, generalmente, ha respondido en los momentos cruciales. Sin embargo, el Málaga es un adversario que siempre le plantea problemas, como ocurrió en la primera vuelta, cuando a punto estuvo de llevarse la victoria. El técnico realista, Raynald Denoueix, confía en que el equipo andaluz "esté un poco cansado por su larga andadura en España y Europa, aunque mantiene opciones de luchar por un puesto en la Copa de la UEFA [está a cinco puntos]".
Denoueix: "¿Madrid, Depor, Real? Lo tendrá mejor el que sea capaz de desplegar su juego"
También la Real apela al espíritu de Mallorca. Allí jugó conociendo los resultados de sus competidores por el título, el Madrid y el Deportivo, y ante un buen conjunto ofreció probablemente su mejor imagen de la temporada, la más selecta, la más audaz.
Ahora le ocurre lo mismo. Tendrá la presión de ganar para distanciar a sus rivales, si han perdido, o para mantener el paso, si han ganado. En ese terreno se mueve mejor la Real que ante los presuntos envites sin dificultades.
El Recreativo le sacó los colores la pasada semana en Anoeta y en un tris estuvo de robarle la gloria. En cualquier caso, siempre cuenta con la chispa incólume de Nihat, que sigue marcando goles, y la brega incansable de Kovacevic. Otros futbolistas ofrecen algunas lagunas de un partido a otro: Xabi Alonso, De Pedro o López Rekarte. Cuando sacan su mejor versión, la Real se muestra arrolladora; cuando flaquean, los problemas crecen.
De momento, Denoueix sigue sin poder contar con Aranzabal, lesionado hace dos semanas en Mallorca, y su sustituto en esta ocasión será Boris, un futbolista más defensivo que Gabilondo, que jugó el pasado domingo. Ambos actúan en el lateral como jugadores reconvertidos, extraños a esa posición, pero el técnico francés ha preferido ahora contar con alguien más defensivo para frenar al Málaga, que, al fin y al cabo, juega en casa. Una decisión táctica que no implica que la Real renuncie a su estilo ni al ataque, sino simplemente que fortifique su costado izquierdo para que De Pedro -el mayor perjudicado por la baja de Aranzabal- pueda concentrarse en mayor medida en las labores ofensivas.
Precisamente, enfrente, Joaquín Peiró, el entrenador del Málaga tiene el mismo problema. Manu, el titular del costado derecho, y Gerardo, su sustituto natural, están sancionados. El madrileño Rojas puede ser finalmente el elegido. A cambio, el Málaga dispone de toda su artillería, es decir Mussampa, por la banda izquierda, y sus delanteros Dely Valdés y Darío Silva, como pólvora en el ataque.
El Málaga apura sus opciones europeas, aunque aún recuerda el varapalo sufrido en Madrid, el pasado domingo, y la Real comienza a encarar el título en su jornada más propicia.
Denoueix sigue midiendo el estado de ánimo de su equipo y del entorno. A veces, lo tensa; a veces, lo aparca, como ahora, aunque nunca sugiera una renuncia ni una actitud de exagerada humildad. Lo ha dejado claro: "¿Madrid, Deportivo, Real? Lo tendrá mejor el que sea capaz de desplegar su juego". Así de sencillo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.