Rivas, la ciudad donde nunca gobernó el PP

El secreto está en el censo. Y el gobierno, en manos de una izquierda que ahora promete participación vecinal modelo Porto Alegre (Brasil). En Rivas-Vaciamadrid, la localidad española con mayor aumento de población en las últimas dos décadas, los candidatos a la alcaldía miran de reojo hacia los 3.000 chalés construidos en los últimos cuatro años. Gracias a estos adosados, el censo electoral ha crecido un 47,4% desde las pasadas elecciones municipales. ¿Alterarán los nuevos vecinos el dominio tradicional de la izquierda?

Mientras llega la respuesta de las urnas, Izquierda Unida (en la alcaldía desde 1991) y el PSOE (que gobierna con IU) dicen tener indicios favorables: los 9.206 vecinos que estrenan derecho a voto en Rivas-Vaciamadrid favorecerán a sus formaciones, sostienen. Pero no son los únicos. El Partido Popular, que ha hecho un sondeo puerta a puerta, asegura haber encontrado buena acogida en los nuevos barrios de vivienda más cara. En ellos también se han instalado vecinos veteranos, de los llegados al municipio de la mano de las cooperativas de pisos de UGT y CC OO a partir de 1982.

IU, la única formación que reconoce haber hecho una amplia encuesta sobre la intención de voto de los ripenses, asegura que su sondeo le asigna el 38% de los sufragios. El PSOE alcanza el 31%, y el PP, el 30%, según la citada fuente. Los otros dos partidos que concurren, Los Verdes y el CDS, apenas logran respaldo.

De cumplirse ese pronóstico, IU lograría su aspiración de mantenerse como la fuerza más votada, una vitola que ostenta desde que, en 1991, obtuvo 214 votos más que el PSOE y se instaló en la alcaldía. Con siete concejales ahora, espera elevar esta cifra en uno o dos ediles.

El Partido Popular (seis concejales tras la fuga de uno al grupo mixto), segunda fuerza en las anteriores municipales, también sueña con ser la lista más votada y aumentar su número de ediles. Pero, aunque lo consiguiera, ve el gobierno como un sueño inalcanzable: desde hace más de una década, IU gobierna la localidad con el apoyo del PSOE (seis concejales). Por su parte, los socialistas también aspiran a la primacía y confían en sacarse la espina de la tercera posición clavada en 1999, cuando obtuvieron 65 votos menos que el PP.

Pese a su rivalidad, las formaciones de izquierda se ven abocadas a mantener los acuerdos para seguir en el gobierno. "Aunque tuviéramos mayoría absoluta, no queremos dar una imagen distinta de la que se defiende para la Comunidad. Sentimos la necesidad de seguir trabajando en conjunto con el PSOE por un gobierno de izquierda", afirma el número uno de la lista de IU, José Masa. Pero puntualiza que la alcaldía es "innegociable".

Más parca se muestra la candidata a alcaldesa del PSOE, Isabel Miranda: "¿Pactar? Sí, pero no en las condiciones actuales. Si nosotros no alcanzamos mayoría para gobernar, el día 26 hablaremos con IU para cerrar el paso a la derecha, pero habrá que negociar la forma de gobierno".

Uno y otra debutan como cabeza de lista. Pero han alcanzado este lugar desde situaciones distintas. Masa hereda a Fausto Fernández, que deja la alcaldía para optar a la presidencia de la Comunidad. "Para mí no sería un desdoro lograr menos votos para el Ayuntamiento que los que obtenga Fausto para la Comunidad en Rivas", dice Masa.

En cambio, Miranda debuta en una lista renovada -sólo repite uno de los seis concejales- y ha debido librar batalla contra la Federación Socialista Madrileña para imponerla. Para ello ha contado con el apoyo del Comité Federal del PSOE, relata la aspirante a alcaldesa.

También el PP ha sufrido una crisis interna que finalmente se ha saldado con la continuidad de su candidato. Santiago de Munck repite, por cuarta vez, como aspirante popular a la alcaldía.Los populares, que nunca han alcanzado el gobierno municipal, creen que la postura del Gobierno ante la guerra de Irak les perjudicará en un municipio cuyo Ayuntamiento está presidido por una enorme pancarta antibelicista.

Pero existen otras batallas más cercanas, como la medioambiental. De los grandes municipos españoles, Rivas-Vaciamadrid (cuyos vecinos tienen una edad media de 30 años) es el que registra mayor queja vecinal por la contaminación o los malos olores. El 72,8% de los habitantes dice padecer este problema, según el último censo. La incineradora (emite dioxinas y furanos, considerados nocivos para la salud), la planta de tratamiento de basuras y las instalaciones depuradoras (todas ellas asupiciadas por el colindante Ayuntamiento de Madrid) forman parte de los programas electorales.

"Instaremos a la Comunidad a que cierre la incineradora y la convierta en una planta de tratamiento de basura", afirma el candidato de IU. "Nosotros planteamos el desmantelamiento progesivo de la incineradora. También es prioritario acabar con los malos olores", apunta el cabeza de lista popular. Para la aspirante del PSOE, "hay que cerrar la incineradora y acabar de tapar la planta de tramiento de basura".

Esas cuestiones medioambientales no han frenado el gran crecimiento de Rivas-Vaciamadrid. El gobierno municipal que salga de las urnas deberá gestionar el crecimiento previsto (más de 100.000 habitantes en 2010). "Mantendremos una gestión del suelo que, con cesiones al municipio superiores al 35%, permita financiar el crecimiento de la ciudad", afirma José Masa. El candidato del PP, que votó a favor de la expansión, es tajante: "Hay que ser los primeros en la carrera urbanística que se ha puesto en marcha, porque de ello dependen muchos puestos de trabajo", asegura De Munck. La voz divergente llega desde el PSOE. "El modelo de gestión del suelo no se puede mantener, porque esta fuente de financiación del crecimiento se agota y ahora cubre hasta los gastos corrientes del Ayuntamiento", concluye Miranda. El domingo los ripenses deciden.