El barrio de las tahonas

En los siglos XVII y XVIII Vallecas Villa era el principal abastecedor de pan de la capital. En él funcionaban, a pleno rendimiento, más de setenta tahonas. De aquella industria ya no queda ni rastro y ahora este vecindario de 64.083 habitantes es uno de los que más crecerá en los próximos años con la construcción de los 26.000 pisos del Ensanche. Y, más a largo plazo, con las 52.000 viviendas del nuevo barrio de Valdecarros.

El PSOE es el partido más votado en Vallecas Villa. En las últimas elecciones municipales, los socialistas obtuvieron el 28% de los sufragios, frente al 19% del PP, y el 6% de IU. En los comicios autonómicos, el PSOE consiguió el 27% de las papeletas; el PP, el 20%, y el 5%, IU.

Este distrito es, después de Vicálvaro, el que más niños tiene (un 19%) y uno de los de vivienda más barata (1.688 euros el metro). Su tasa de paro, de casi el 9%, supera la media de la capital, y su renta per cápita (9.415 euros) está por debajo de la media. Junto a Barajas, es el barrio con más alumnos en centros públicos (un 68%).

El problema del chabolismo y los barrios marginales sigue vigente en Vallecas Villa. Los vecinos consiguieron, con sus movilizaciones, que se derribase el poblado de La Rosilla, un importante punto de venta de droga. Pero a ese núcleo le sucedió otro, el de Las Barranquillas, convertido en el mayor hipermercado de la droga de la región. A él acuden cada día de 4.000 a 5.000 toxicómanos. El pasado verano también fue desmantelado el Pozo del Huevo, el barrio de favelas más antiguo de la ciudad.

Este distrito reclama, junto a Puente de Vallecas, Vicálvaro y Moratalaz, la apertura del hospital del sureste, y en él está prevista también una serie de equipamientos sociales y culturales incluidos en el Plan de Inversiones de Vallecas (2000-2005).

El peso de la población extranjera, de un 8%, no es muy alto en este vecindario, que cuenta con un campamento para inmigrantes junto al vertedero de Valdemingómez.

En lo que hoy es Vallecas Villa vivió, en la época prehistórica, un extraño cuadrúpedo mezcla de caballo, cebra y jirafa. Pero, si este animal siguiera existiendo, no tendría por dónde correr ni pastar, ya que este distrito es el de menos zonas verdes de la capital.