El coche que ETA dejó en Huesca contenía 100 kilos de explosivos

El Renault 19 blanco, con matrícula falsa de Barcelona, que ETA abandonó el lunes en Benabarre (Huesca) transportaba 100 kilos de explosivos, probablemente cloratita, según las conclusiones de los artificieros de la Guardia Civil que ayer por la mañana hicieron estallar el vehículo de forma controlada. La onda expansiva alcanzó un radio de unos 200 metros y la detonación se escuchó a cinco kilómetros. El coche procedía de Francia y fue dejado por una mujer tras sufrir una avería.

ETA planeaba ampliar en próximas fechas su ofensiva terrorista, que acumula ya nueve asesinatos desde la ruptura de la tregua, en diciembre pasado. Una avería en el vehículo en el que los etarras transportaban el lunes 100 kilos de explosivos procedentes de Francia evitó la tragedia. Los terroristas huyeron dejando el coche abandonado en el kilómetro 52 de la carretera N-230, en el término oscense de Benabarre. Ayer, expertos en explosivos de la Guardia Civil lo hicieron estallar de forma controlada. Un vecino de la zona fue quien dio la voz de alerta. Según su testimonio y el de otros vecinos, el Renault 19 lo conducía una mujer, que le preguntó si sabía algo de mecánica porque el coche se había quedado sin batería. Poco después, una persona en motocicleta recogía a la joven, que se llevó una mochila del interior del vehículo. Fuentes del Ministerio del Interior ni confirmaron ni desmintieron que el comando planease un atentado en Cataluña. Sí admitieron la posibilidad de que haya tres etarras en Zaragoza, aunque no los relacionan con el coche de Huesca. Éste ha sido el tercer coche con explosivos que la banda pierde en Aragón en los últimos meses, lo que hace sospechar a la policía que ETA está empleando la llamada ruta aragonesa para entrar en España.