Los enormes daños observados en el submarino hundido apuntan a que chocó con un barco
Las cámaras de televisión submarinas de los equipos de rescate han observado enormes daños a lo largo de la cubierta del submarino nuclear Kursk, que se fue a pique hace una semana en el Ártico con 118 tripulantes a bordo, lo que parece apuntar a que el sumergible colisionó violentamente con un navío de gran tonelaje que atravesó la zona en la que se encontraba de maniobras. "La situación en el Kursk está próxima a la catástrofe", reconoció ayer el primer ministro ruso, Mijaíl Kasiánov, al abrir una reunión de emergencia del Gabinete. Entretanto, la popularidad alcanzada en la guerra de Chechenia por Putin -que hasta hoy ha permanecido de vacaciones en el mar Negro y que ha guardado un sorprendente silencio y pasividad durante los primeros días del siniestro-, amenaza con desvanecerse entre las críticas generales de la prensa.
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