La Liga advierte a los jugadores de que no cobrarán hasta que haya contrato televisivo

La Liga respondió ayer a la amenaza de plante de los jugadores si los clubes no pagan sus deudas antes del 31 de julio. "Si a esa fecha los clubes no han firmado su contrato de televisión, los jugadores no tienen otro remedio que esperar", aseguró su presidente, Pedro Tomás, quien, junto al vicepresidente Juan José Hidalgo, se reunió ayer con el secretario de Estado, Juan Antonio Gómez Angulo, para buscar una salida a la grave crisis económica de los clubes. Otro vicepresidente de la Liga, Florentino Pérez, se disculpó y no asistió a la cita.

El presidente de la Liga no puede pintar panorama más sombrío sobre las deudas de los clubes con sus jugadores. "Si al 31 de julio los clubes no tienen firmado el contrato del fútbol televisado para las próximas temporadas, a los jugadores no les cabe más remedio que esperar. Si encima meten presión [por la amenaza de huelga, si no cobran, aprobada en su asamblea del lunes] es más dificil cumplir los compromisos. Los futbolistas tienen que ir de la manos de sus empresas". Pedro Tomás reforzó su teoría al asegurar que entre el 70% y el 80% de los ingresos de los clubes "se lo llevan los jugadores".

El presidente de la Liga, además, aseguró que no se llevaría ninguna sorpresa si esta temporada bajan dos o tres equipos debido a su situación económica y, aunque, no quiso citar nombres, el Compostela y el Oviedo son los que más cartas tienen para ello.

Pedro Tomás y Juan José Hidalgo, que también es presidente del Salamanca, se reunieron ayer con el secretario de Estado para el Deporte para buscar una salida a la grave crisis económica que amenaza con colapsar el fútbol. Los dirigentes de la Liga adelantaron a Gómez Angulo que, según las auditorias de los clubes, sus deudas al final de esta temporada pueden alcanzar los 2.000 millones de euros. Entre ellos figuran los 45 millones que los clubes adeudan a sus jugadores. Las denuncias de los jugadores se formalizarán a partir del 30 de junio, cuando acabe la temporada, y aquellos clubes que no salden la deuda antes del 31 de julio descenderán de categoría. Gerardo González Movilla, presidente de la AFE, que tambien ha anunciado una próxima entrevista con el secretario de Estado para el Deporte para tratar este asunto, insistió ayer en que barajan esa cifra de deudas: "Tenemos un problema encima de la mesa y lo aconsejable es que empecemos ya a trabajar en su solución".

Los clubes pretenden que la Administración les eche una mano para evitar el colapso y su ruina. Como ya hicieron por escrito al vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, piden, entre otros asuntos, una tregua fiscal para los 240 millones de euros que les exige Hacienda, mayores facilidades en el despido de jugadores, parte de los ingresos por la cesión de internacionales a la selección y, sobre todo, un incremento en el porcentaje de las quinielas, que pasaría del 10% [48 millones de euros] a un mínimo del 20% [120]. En otras palabras, un segundo plan de saneamiento como el que se aplicó hace más de un decenio.

Los dirigentes de la Liga, pese a que se les recomendó no pronunciarse sobre la reunión, coincidieron en el dictamen: "Hemos visto buena predisposición en Gómez Angulo. Algunos de los asuntos planteados pueden tratarse con cierta celeridad y otros habrán de esperar". "El fútbol no quiere subvenciones", añadieron; "tiene que recibir lo que es suyo. Que nos llegue lo que es del fútbol, como en Inglaterra e Italia, por ejemplo".

El Consejo Superior de Deportes no quiso pronunciarse sobre esta reunión, aunque fuentes de dicho organismo reiteraron la filosofía de Gómez Angulo, que rechaza cualquier nuevo plan de saneamiento. También destacaron el aviso enviado: "Los clubes se deben dar cuenta de que no puede haber tantas alegrías en el fútbol".

A esta cita no asistió Florentino Pérez, invitado como vicepresidente primero de la Liga. "Se disculpó", fue la única explicación que dio Pedro Tomás. En la Liga has trascendido el malestar del presidente del Madrid por que se pida su conversión en sociedad anómica, al igual que la del Barcelona, el Athletic y Osasuna, como el resto de los equipos, reclamación que figura en la carta remitida el pasado 24 de abril al vicepresidente primero del Gobierno.