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La joven asesinada en Leganés fue raptada en una parada de autobús

La víctima, domiciliada en Getafe, era minusválida psíquica

Agentes del Grupo VI de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía han identificado a la mujer que fue hallada asesinada en una cuneta de la carretera de Toledo (N-401), a la altura de Leganés, en la mañana del pasado sábado. Se trata de una vecina de Getafe, Sandra Palo Bermúdez, de 22 años, que era disminuida psíquica, según fuentes policiales. La víctima había salido a tomar unas copas con unos amigos por Madrid, y cuando regresaba a su casa fue secuestrada por sus asesinos. Un camionero la encontró caída, con signos evidentes de violencia y parcialmente quemada.

Sandra Palo residía en el barrio de Las Margaritas, junto con sus padres y sus dos hermanos menores (de 20 y 9 años). El viernes por la tarde se marchó de casa y quedó con sus amigos en Madrid. Su rastro se pierde ya en la madrugada del sábado en la plaza Elíptica (Carabanchel). Allí, supuestamente, la dejaron sus amigas para que regresara a su domicilio en autobús. Sin embargo, nunca llegó a subir a un transporte público. Fuentes policiales sospechan que uno o varios individuos la raptaron en ese punto y se la llevaron por la carretera de Toledo, donde la mataron. Todavía se desconoce si fue quemada tras ser atropellada o si su muerte se produjo al revés.

Fuentes policiales señalaron que los padres de Palo denunciaron su desaparición a primera hora del sábado en una comisaría madrileña. Además, ese día coincidía que el hermano menor de la desaparecida tomaba la primera comunión. La familia se dirigió al completo a la iglesia y cumplió con el ritual. Según varios vecinos, regresaron al domicilio sobre las doce del mediodía. A esa hora les estaban esperando la policía, que les informó, según los vecinos, de que había sido hallado un cadáver en una cuneta de la N-401, cerca de la factoría de Gráficas Fraile. Los padres identificaron los efectos personales de la víctima.

Varios vecinos de la víctima señalaron que no era la primera vez que ésta faltaba del domicilio familiar. El pasado verano se fugó cuatro o cinco días con el encargado de un puesto de venta de melones que había en el barrio. La policía la encontró en Murcia varios días después de su desaparición.

Los vecinos señalaron que Sandra Palo no tenía ningún rasgo físico que denotara el retraso mental que padecía. "Era una chica alta, rubia y bien parecida. Sólo se notaba el retraso cuando hablaba, porque siempre repetía las mismas cosas". Según los vecinos, la joven padeció de niña una meningitis. Después, cuando tenía unos 10 años, sufrió, junto con su hermana y su padre, un accidente de coche, junto al río Alberche. El progenitor resultó ileso, pero sus dos hijas salieron despedidas por el parabrisas del vehículo. Sandra recibió un fuerte golpe en la frente, junto a la ceja izquierda, del que le quedó una cicatriz y un hundimiento de cráneo. Ambas hermanas estuvieron internadas bastante tiempo en el hospital infantil Niño Jesús. "Se ponía una cinta que la sujetaba el pelo para disimularlo y que no se le vieran tanto las secuelas del accidente que había sufrido", señaló un vecino. Además, un tío de la fallecida padece también cierto retraso psíquico, según estas fuentes.

"Era una persona muy abierta y encantadora que se llevaba bien con todo el mundo. Tenía mucha relación con los chavales del barrio", señaló otro vecino. Sandra iba todas las mañanas a Madrid, donde acudía a un taller ocupacional en las proximidades de plaza de Castilla. "Siempre iba y venía sola de sus clases. Cogía el tren a las 7.15 y después continuaba hacia el norte de la capital", afirmó un conocido.

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La casa de los Palo Bermúdez estuvo vacía durante todo el día de ayer. Varios amigos y conocidos de la familia acudieron al domicilio, pero se encontraron con la puerta cerrada. Nadie respondía al portero automático. "Su padre es bastante conocido en el barrio porque ha tenido abierta una frutería en el mercado del barrio hasta hace unos años. Ahora trabaja fuera, al igual que su esposa y su segunda hija", añadió el conocido.

La noticia de la muerte de Sandra causó gran consternación en el barrio de Las Margaritas. Los vecinos de esta populosa zona, edificada hace 34 años junto al actual campus de Getafe de la Universidad Carlos III, no dejaban de comentar la forma tan macabra y trágica de morir que tuvo Sandra Palo. Las mujeres hacían pequeños corrillos en las calles donde hablaban del crimen.

Pendientes del ADN

Los padres y tíos de la víctima se acercaron por la tarde al Instituto Anátomico Forense para reclamar el cuerpo y poder enterrarla lo antes posible. Sin embargo, los agentes judiciales que estaban en el turno de tarde les emplazaron para hoy por la mañana para hacer toda la tramitación del sepelio. Los progenitores se quejaron de que ni el juzgado ni la policía les habían informado de cómo tenían que proceder. Los investigadores sí les han dicho que, para corroborar la identidad de la fallecida, a lo mejor tienen que efectuarles la prueba del ADN. Este extremo lo deberá ordenar el juez de Leganés que instruye el caso.

Sandra Palo fue hallada a las 7.40 del sábado, cuando un camionero que iba en dirección a Toledo divisó un bulto tirado en un camino a medio asfaltar que sale perpendicular de la autovía, a la altura del kilómetro 8,200, en Leganés. Al apearse se topó con la mujer muerta con signos externos de violencia y parcialmente calcinada.

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