Una apuesta por la oratoria
Unas jornadas de las 'ikastolas' confirman la necesidad de avanzar en el aprendizaje oral
¿Saben hablar en público los jóvenes vascos estudiantes de Bachillerato o, incluso, los licenciados universitarios, incluidos los de Letras? Un simple vistazo al panorama de quienes ejercen funciones públicas deja pocas salidas a la respuesta afirmativa. Efectivamente, la expresión oral no atraviesa sus mejores momentos. Por eso, entre otras razones, representantes de 146 ikastolas del País Vasco, Navarra y el País Vasco francés han reflexionado durante estos días sobre la necesidad de impulsar el aspecto oral en el aprendizaje.
Y en este triste panorama sobre el uso de la lengua hablada, quien tiene todas las de perder es el euskera, ante la fuerte presencia del castellano, el francés y el inglés. Las lenguas se practican dentro y fuera del colegio, porque el conocimiento de una lengua va más allá de la gramatica y el vocabulario, razón por la cual las ikastolas consideran necesario dar un impulso a la lengua hablada (el euskera, sí, pero también el resto de las que se impartan en cada centro) en todos los ámbitos. Éste ha sido el eje sobre el que han girado las ponencias de la décima edición de las jornadas pedagógicas que ayer se clausuraron en Vitoria.
El referente es bien claro: la enseñanza actual se basa en la escritura y la lectura, sin apenas prestar atención a la expresión oral. Es más, ya en el Bachillerato, la preparación de los estudiantes está destinada en el País Vasco y Navarra a la superación de los exámenes de Selectividad, donde no existe ninguna prueba hablada.
"A medida que avanza el proceso educativo y adquieren más conocimientos, menos posibilidades tienen los alumnos de expresarse oralmente", recordó ayer Erramun Osa, responsable del proyecto de lengua de la confederación de ikastolas. Osa apuntó otra pista reveladora sobre la desatención que se le da a la palabra hablada: la ausencia de pruebas orales y de exposición de temas en público dentro de las aulas.
En las ikastolas, el impulso al empleo de la lengua hablada estará acompañado de un conocimiento de, al menos, cuatro lenguas de la Unión Europea. En estos momentos, diez centros de esta confederación, que suman unos 9.000 alumnos, están trabajando en el tetralingüismo (el aprendizaje del euskera, castellano, francés e inglés). "En un futuro, la intención es que todas las ikastolas ofrezcan esta enseñanza multilingüe apoyada en el uso del euskera como lengua cotidiana, pero sin olvidar que hay que conseguir un nivel similar para el resto de los idiomas", recuerda Osa.
Algo que parece imposible en un país donde el bilingüismo ya era una hazaña. "No hemos inventado nada: son experiencias conocidas. En Escandinavia, Suiza o los Países Bajos, también en algunas zonas de Francia, esta práctica multilingüe con incidencia en el aprendizaje oral es lo normal. Así se ha podido ver en estas jornadas después de escuchar las ponencias de expertos europeos".
Estas aportaciones y las que se han ofrecido desde las ikastolas suponen el embrión de los futuros materiales didácticos y otros documentos con los que se pretende formar a los docentes. "Es imprescindible una formación inicial del profesorado; no planteamos que la expresión oral sustituya a la escritura y la lectura, sino que enriquezca la formación de los alumnos", concluyó Erramun Osa.
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