_
_
_
_
_

Cartier-Bresson: entre Virgilio y Verlaine

El método de la exposición Henri Cartier-Bresson, ¿de quién se trata? se basa en un sistema de trabajo al que siempre ha sido fiel Henri Cartier-Bresson: la elaboración de un álbum previo con tapas duras, muy gruesas. Concretamente en el suyo -el de entonces- figuraban impresas, en su cubierta, las palabras Scrap Book, bajo ellas almacenó secuencias de unas doscientas fotografías, formato 9×12 centímetros. La historia de este Book empezó en 1937 cuando le dieron por desaparecido en América y Nancy Newhall propuso organizar una exposición monográfica sobre su obra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Era sólo un rumor, lo tenían preso los alemanes; después, años más tarde, en 1947, el Scrap Book se convirtió en una exposición de fusión de estéticas, cuyo mestizaje toleraba la conjunción de los retratos improvisados de Matisse, Bonnard y toda una generación de referentes culturales junto a las instantáneas "de la vida" expuestas, anteriormente, en la galería Julien Levy (Nueva York). Es el mismo guión conceptual de la actual muestra.

Cualquiera de estas instantáneas bien podría ser el punto de arranque de una novela

2003 es el año de la fotografía

de Henri Cartier-Bresson, en París. Actualmente, se puede visitar una gran exposición que nos evoca el espíritu de aquella otra, en la Biblioteca Nacional de Francia (BNF), a la vez que una fundación que lleva su nombre y está dedicada a su universo fotográfico, dibujos, pinturas, películas e imágenes de toda suerte de naturaleza (y a otros fotógrafos que están identificados con su forma de hacer). Todo ello es fruto de la formación de un hombre que supo sintetizar la cultura de tres siglos: el XIX, XX y XXI.

Henri Cartier-Bresson, ¿de quién se trata? (HCB "de qui s'agit il, título de la muestra, es el fruto del trabajo de un equipo que ha puesto en orden su obra "tratando de responder a esta pregunta -¿de quién se trata?-, clasificando fotografías (muchas inéditas), recuerdos de su infancia y adolescencia, de la guerra y su familia, sus mejores dibujos" y los retratos realizados por aquellos con los que compartió la historia, la ética y la estética; también, sus películas propias y las que le hicieron, además de una serie de tirajes fotográficos de distintas épocas inventariados con una escrupulosa precisión cronológica. A todo ello hay que añadir el rescate de algunas de sus primeras tomas, desconocidas hasta la fecha.

Me consta, como él cuenta, que sin la firme apuesta de su esposa, Martine Franck, fotógrafa de Magnum -agencia de imágenes de la que fue fundador-, y la de su hija Mélanie, nada de esto hubiera ocurrido: "Si mi esposa, con la complicidad de mi hija, no hubieran mostrado una voluntad y una energía inquebrantables, no hubiera sido posible la realización ni de la fundación ni del libro". Se refiere el fotógrafo francés a una excelente obra editorial, publicada en España por Lunwerg, que servirá de apoyo a la presentación de esta muestra en Caixa-Forum, Barcelona, a mediados de septiembre.

Henri Cartier-Bresson, ¿de quién se trata? es una excelente colección de trabajos de todas sus épocas que llena la gran galería de la BNF, concretamente las salas del espacio Hall Est, y está diseñada con una perfecta puesta en sala. Hasta la fecha, todo lo que hizo, en las diferentes áreas plásticas, se había enseñado deslavazadamente; sin embargo, ahora se ha conseguido una perfecta simultaneidad de las distintas facetas creativas de su vida, posiblemente sea el elemento definitorio de la colección y fundación. En cierto sentido se tiene la sensación -cuando se repasa todo este material- de estar viendo una película de extraño montaje y realización, pero con un congruente guión que hace, desde el cristal de lo intemporal, la visión de lo invisible en visible.

Cualquiera de estas instantáneas bien podrían ser el punto de arranque de una novela (tal vez porque traigan causa de un buen texto). Por ello, se ha escrito que Cartier-Bresson siempre mantuvo una peculiar relación con el azar, más intensa en los momentos en los que la historia se siente vacía: así, "los últimos momentos de China antes de Mao, los últimos momentos de la India británica" (según escribe Jean-Noël Jeanneney, presidente de la BNF, en un texto introductorio), así como los últimos momentos de grandes personajes de la escena política o literaria a quienes pudo retratar: Ghandi, Faulkner, Giacometti, Jean Genet, Ezra Pound, Jean-Paul Sartre, Irène y Frédéric Joliot-Curie, Francis Bacon, Coco Chanel, Picasso...

Tras el recorrido por esta antología, recordamos sus palabras: "Soy un manojo de nervios que espera el momento, y esto sube, sube y estalla; es una alegría física, danza, tiempo y espacio al mismo tiempo. ¡Sí ¡Sí! ¡Sí! Como la conclusión del Ulises de Joyce. Ver es un todo". Todo ello es fruto de una peculiar concepción personal de una especial visión relativizadora del tiempo, propia de la filosofía zen.

Ahora, entre citas de Virgilio ("quizá algún día encontremos algún encanto a estos recuerdos") y Verlaine ("recuerdo, recuerdo, ¿qué quieres de mí?") podemos dirigirnos a un edificio de cinco plantas, en París, que alberga un estallido de imágenes: toda la obra plástica de Cartier-Bresson. Esta construcción es el contrapunto de lo efímero de una exposición. Es la herencia bella de toda una vida. Síntesis de una producción que comenzó al final de los años veinte del pasado siglo, cuando el joven Henri Cartier-Bresson se integró en la vida artística de la época en la que participó activamente (entonces se sentía atraído por el surrealismo) y cuando conoció a personajes de referencia como Max Ernst, Aragón o Crevel, entre otros, desde entonces, enseñó a toda una generación de fotógrafos contando sus vivencias en primera persona: "Hacer reportajes fotográficos, es decir, contar una historia en varias fotos, para mí era una idea (en 1931) que nunca se me había ocurrido; lo fue más tarde, observando el trabajo de mis compañeros de oficio, estudiando las revistas ilustradas y trabajando a mi vez para ellas, cuando poco a poco aprendí a hacer un reportaje".

Henri Cartier-Bresson, ¿de quién se trata? Biblioteca Nacional de Francia. Quai François Mauriac. París 13 (Francia). Hasta el 27 de julio.

'Indonesia' (1949), fotografía de Cartier-Bresson.
'Indonesia' (1949), fotografía de Cartier-Bresson.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_