La izquierda trata de recomponerse en un feudo del PP

La izquierda intenta recomponerse en Torrevieja "Por higiene democrática, Torrevieja necesita un cambio". Éste es el lema básico de la izquierda en un municipio que se ha convertido en la última década en uno de los feudos electorales del Partido Popular. Con una izquierda inestable y dividida, el alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo, ha sabido emplear sus principales bazas para agravar la crisis de la oposición y fortalecer su situación. Ahora, PSOE, Esquerra Unida e Izquierda Verde se enfrentan al reto de recomponer su resquebrajado mapa electoral después de largos años de tiranteces y enfrentamientos que desembocaron en una pérdida escandalosa del gobierno.

El análisis más generalizado entre todos ellos es que los 11.000 nuevos ciudadanos que podrán ejercer su derecho a voto el día 25 hacen de estas elecciones una verdadera incógnita. "Puede cambiar el signo político del Ayuntamiento y es el momento de la izquierda para gobernar", dice el candidato de EU José Manuel Martínez Andreu. Los socialistas también lo entiende así. El candidato del PSPV, Angel Giménez, ha emprendido una campaña para reflejar las grandes lacras del PP en sus quince años de gobierno: una planificación urbanística caótica y desproporcionada que ha mermado la calidad de los servicios y ha disparado peligrosamente la inseguridad ciudadana.

Junto a las cuatro formaciones que componen la actual Corporación, otros dos partidos concurren a estas elecciones: Unión Centro Liberal, con escasas probabilidades de alcanzar representación municipal, y la resurgida Falange Auténtica, de un espectro político aún más minoritario.

La historia de la evolución política de Torrevieja es el reflejo de la desintegración estrepitosa de la izquierda. Pasó de ser el municipio de la Vega Baja con mayor dominio de la izquierda, el único donde en 1979 los socialistas obtuvieron mayoría absoluta, a transformarse en un granero de votos del Partido Popular.