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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Madrid, desbordado

La Real gana en Mallorca con un fútbol brillante y también supera al equipo de Del Bosque - El Valencia sucumbe en casa ante el Villarreal y el Celta pincha con el Racing en Balaídos - El Barça empata en el Sánchez Pizjuán, pero aún no alcanza la zona UEFA - La jornada se cierra sin un triunfo casero

José Sámano

A sólo cinco jornadas del final, también la Real desbordó al Madrid, como ya había hecho el Deportivo el sábado. Y lo hizo superando un verdadero reto, en Mallorca, ante a un rival que llegaba pletórico tras haber arrasado Chamartín. El equipo de Denoueix no sólo se aplicó en sus deberes, sino que lo hizo a lo grande, con un juego magnífico, apoyado en sus múltiples y variados recursos. En este tramo tan estresante del campeonato, las estrellas de la Real siguen en hora: Alonso teje, De Pedro asiste, Kovacevic remata, Nihat marea y Westerveld ataja. Nada hace prever que los donostiarras se frenen antes de tiempo. Hoy por hoy se adivina a un equipo con cuerda hasta el final. Como el Deportivo, al que ni siquiera alteran las grescas internas. A gente como Donato parecen estimularle; su gol en La Rosaleda lo prueba.

La firmeza de gallegos y vascos contrasta con el bacheado rumbo del Madrid, tuerto en la Liga, con la mirada más atenta a la Champions. Con los rerservas al frente, en Huelva le faltó carácter, mayor empeño para sacar adelante la aventura doméstica. No hubo un suplente que se reivindicara, incluso más de uno emborronó su cartel con tanta desidia. De la futura respuesta de los zidanes y de lo que ocurra el miércoles en Turín dependerá en buena parte el desenlace final de la Liga. Tanto jugar a dos cartas, el Madrid ahora no tiene más remedio que remontar y esperar un patinazo doble.

Para patinazo el del Valencia -1-2 ante el Villarreal- y, en menor medida, el del Celta -2-2 con el Racing, que le empató en el minuto 99-. Los dos se han atrancado en su pelea por una plaza en la Liga de Campeones, pero no hay quien saque tajada. Del pelotón de remotos aspirantes a colarse en la Champions, nadie sacó provecho. Tampoco el Barça, al que una victoria en Sevilla le hubiera clavado al menos en la zona UEFA. Sólo rascó un empate, y gracias. Gracias sobre todo a Víctor Valdés, la mejor noticia de este Barça. El joven portero sostuvo al equipo azulgrana en una jornada maldita para los conjuntos locales, sin un triunfo casero.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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