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Crisis prenatal en Sacyr-Vallehermoso

La irrupción de Martín rompe los primeros acuerdos de reparto de poder entre los dos grupos

Mientras la estrella de Vallehermoso se eclipsa, despega la de uno de sus socios, Martinsa, que se ha hecho con el 12,5% de la inmobiliaria

"Las decisiones se adoptan de forma colegiada en los consejos de administración y no tratan de imponerse unilateralmente por los socios a través de declaraciones o filtraciones interesadas a la prensa". Así resumen fuentes cercanas a Juan Abelló, cuya sociedad Torreal posee el 15,9% de Sacyr y previsiblemente el 8% del grupo que surja de su integración con Vallehermoso, la airada reacción del financiero al leer esta semana en un diario económico que el promotor Fernando Martín va a asumir la gestión inmobiliaria en Sacyr-Vallehermoso. La estructura y las responsabilidades deberán ser acordadas por su consejo de administración y éste no existe porque la sociedad todavía no se ha creado, agregan. "Se están repartiendo la piel del oso antes de cazarlo".

Dimisiones

Esta noticia ha sido la guinda en el creciente malestar de Torreal sobre la forma en que se está llevando el proceso de fusión de la constructora y la inmobiliaria en su recta final. En vísperas de su inscripción en el Registro Mercantil, prevista para finales de mes tras la conclusión del periodo de alegaciones, se ha roto el organigrama provisional de gobierno pactado en febrero, que incluía ocho representantes de cada compañía y un reparto equilibrado de cargos.

El 30 de abril, sin embargo, en el consejo de administración de Vallehermoso, José María Cuevas y Emilio Novela, presidente y consejero delegado de la compañía, respectivamente, y que según el organigrama pactado iban a mantener sus cargos en Sacyr-Vallehermoso, presentaron su dimisión. Novela, según fuentes de la compañía, ha tirado la toalla por los desacuerdos surgidos con Luis del Rivero, el consejero delegado de Sacyr, con el que debía compartir su cargo en la empresa fusionada.

Cuevas, por su parte, aceptó inicialmente permanecer en la presidencia hasta septiembre, con la idea de dejar la fusión cerrada y dejar las manos libres para la constitución de un consejo de administración que reflejase el reparto accionarial definitivo de Sacyr-Vallehermoso. Las tensiones de los últimos días, sin embargo, le han llevado a adelantar su salida con el pretexto de que la integración está ya prácticamente concluida y que necesita dedicar su tiempo a la presidencia de la patronal CEOE.

Tras la marcha de Novela y Cuevas, la gestión de la nueva constructora inmobiliaria queda en manos de Sacyr, y más concretamente en las de su núcleo duro de propietarios fundadores, con Del Rivero como único consejero delegado, y con el presidente de la constructora, José María Loureda, como vicepresidente ejecutivo.

Mientras la estrella de Vallehermoso se eclipsa, despega la de uno de sus socios, Martinsa, que en los últimos meses, mientras se cocinaban los acuerdos de fusión, se ha hecho con al menos el 12,5% de la inmobiliaria. Un paquete que con la ecuación de canje de acciones entre la constructora y la inmobiliaria prevista en la fusión, una acción de Vallehermoso por cada 1,2765 del Grupo Sacyr, le otorga un 6,4% del capital de la nueva Sacyr-Vallehermoso. Es el cuarto accionista en importancia del grupo, tras Loureda (11%), Del Rivero (9%) y Abelló (8%).

Fernando Martín, presidente de Martinsa, se configura así como un actor sobrevenido, pero imprescindible, en la puesta en marcha de Sacyr-Vallehermoso. "Allí donde me meto es para mandar", declaraba hace meses, y probablemente, con la anuencia de Sacyr, se ha reservado ya parcelas de poder y de gestión en el grupo.

Ya ha hecho saber al resto de los socios de la futura Sacyr-Vallehermoso, a buena parte de ellos a través de informaciones periodísticas, que ha encargado un dictamen jurídico sobre la compatibilidad de asumir una responsabilidad ejecutiva en el nuevo grupo y mantener la presidencia de Martinsa y que no existe inconveniente. Que no le interesa integrar su empresa en Sacyr-Vallehermoso porque, aunque piensa venderla, vale más en el mercado inmobiliario troceada que vendida como un todo. Y que va a asumir la gestión de una de las cinco áreas (construcción, promoción, concesión, patrimonio y servicios) previstas para la estructura del nuevo grupo.

En concreto, Martín quiere gestionar el área inmobiliaria y Testa, el negocio patrimonialista, sustituyendo al consejero John Gómez Hall (preside Testa desde la fusión en esta compañía de Prima y Vallehermoso Renta). Del Rivero, en los últimos días, y ante el malestar provocado por la osadía de Martín, ha precisado que el vallisoletano puede asumir la presidencia del área a la que aspira, pero no las reponsabilidades ejecutivas de la misma.

Duro de roer

La agresividad del empresario vallisoletano, que ha hecho fortuna en pocos años y es hoy uno de los mayores propietarios de suelo en Madrid (Montecarmelo, Las Tablas, Tres Cantos, Móstoles, Arroyo del Fesno y San Sebastián de los Reyes), ha disgustado y alertado a algunos promotores de la fusión.

Loureda y Del Rivero han puesto un puente de plata para la salida de Novela, advierten fuentes cercanas a los mismos, pero pueden encontrarse más adelante con un hueso más duro de roer, Fernando Martín, a la hora de hacerse con el control de Sacyr-Vallehermoso. El presidente de Martinsa baraja la posibilidad de destinar el dinero de la venta de activos de su empresa a incrementar hasta el 10% su participación en el grupo.

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