La señora, sola ante el peligro
"Desarma a tu oponente manifestando tu acuerdo con él", aconseja el experto en campañas electorales Dick Morris, que ayudó a la reelección de Bill Clinton en 1996. Desde luego, Rafael Simancas, no siguió este principio ayer en su debate con Esperanza Aguirre y Fausto Fernández. Pero abrió con tono el fuego:
-Se ha creado empleo en la Comunidad de Madrid, es cierto- dijo.
Fue una entrada hábil, a la que siguió:
-Pero se ha creado empleo precario. La Encuesta de Población Activa da cuenta de que hay 18.000 parados en Madrid durante este primer trimestre del año.
Esperanza Aguirre explicó que durante las dos legislaturas del Partido Popular se habían creado en Madrid 642.000 empleos. Repitió esta cifra, por si algún espectador se la había perdido.
Simancas, tranquilo, puso el acento en la precariedad de los nuevos trabajos y en la política de abaratamiento del factor trabajo practicado por la política económica del PP.
Unos pueden considerar esto bueno. Otros, que es algo malo. Lo que es indiscutible: este abaratamiento es lo que está explicando, precisamente, que con la mitad de crecimiento de hace dos años (del 4% al 2%), la economía siga creando puestos de trabajo (véase en el mes de abril, cuyas razones exceden con mucho el mayor dinamismo de la Semana Santa para los servicios).
Fausto Fernández fue menos versátil y atacó toda la política de empleo de los populares. Según explicó, el empleo debe permitir ejercer otros derechos, como el acceso a la vivienda de los jóvenes, cosa que, ahora, no resulta posible.
Tanto Simancas como Fernández trataron, con respeto, a Esperanza Aguirre como una señora recién llegada a Madrid, carente de una información pormenorizada. La señora se defendió, y no lo hizo mal.
Fue un debate civilizado.
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