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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Jocelyn Herbert, escenógrafa

Jocelyn Herbert, reconocida escenógrafa británica, falleció esta semana sin haber perdido, a sus 86 años, el entusiasmo por retornar a la aventura del trabajo. El poeta y dramaturgo Tony Harrison -con quien estableció una larga relación creativa que les llevó, hace siete años, a recorrer en precarias condiciones ocho países europeos para rodar el filme independiente Prometheus- recordaba ayer la última jornada en compañía de su musa, el pasado 6 de mayo. "Una hora antes de que falleciera, planeamos una nueva aventura, y le entusiasmó la idea de que pudiera incluir una escapada al Círculo Ártico para ver la aurora boreal", escribía en The Guardian. "Brindaré para siempre por toda la belleza de su trabajo, por todas las cosas profundas que me enseñó del teatro y por su espíritu libre, aventurero y alegre con el que me enseñó a vivir", añadía.

Con Herbert desaparece la gran dama de la retaguardia del teatro inglés. Volcó su talento principalmente en el Royal Court Theatre, la cuna londinense de los dramaturgos emergentes, iluminando con sus escenografías los textos de Samuel Beckett, Arnold Wesker, John Osborne y David Storey, entre otros muchos. Trabajó también para las grandes compañías británicas, incluidas la Royal Shakespeare y la del Teatro Nacional, en montajes de Ricardo III, Otelo, ambos del barbo de Stratford, y Mother courage and her children, de Bertolt Brecht, que la crítica destaca entre las producciones maestras de los sesenta.

Timothy O'Brien resalta en su obituario para The Guardian el "don para la narrativa épica" y una "estética poética tendente a la abstracción" como puntos clave del estilo de Herbert. Para mediados de los sesenta, su reputación excedió el terreno teatral y productores de cine recabaron su colaboración. La ópera también le interesó y sus diseños se vieron en París, en la producción de La forza del destino, de Verdi, de 1977, o en varios montajes para el Metropolitan de Nueva York y el Coliseum de Londres.

Pese a su creciente fama, Herbert evitó Hollywood y se volcó con asiduidad en los proyectos de un puñado de realizadores británicos, entre ellos Tony Richardson, Lindsay Anderson y Tony Harrison. Su dirección artística quedó inmortalizada en filmes como Tom Jones, Ned Kelly o The Hotel New Hampshire, de Richardson; IF, o Lucky Man y The Whales of August, de Anderson, e Isadora, de Karel Weisz.

Jocelyn Herbert nació en Londres en 1917 y, tras hacer un curso de pintura en París, se matriculó en escenografía en la prestigiosa Escuela de Bellas Artes Slade para pasar, con 19 años, a la Escuela de Teatro de Londres. Casada a los 20 años, madre de cuatro hijos y divorciada en 1960, ha recibido el reconocimiento de su integridad, intuición y dedicación al trabajo.-

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