El comité veterinario de la UE apoya el análisis de seis millones de animales
Estrasburgo plantea extremar las precauciones contra las 'vacas locas'
Diversos portavoces políticos del Parlamento Europeo, con sede en Estrasburgo, se mostraron ayer a favor de extremar las precauciones contra el mal de las vacas locas mientras se espera el dictamen de los expertos sobre su idoneidad. La Eurocámara se mostraba así partidaria de extender las pruebas a todo el ganado como propone la Comisión Europea. El comité veterinario también se pronunció ayer a favor de someter a análisis a seis millones de animales.
El Comité Veterinario Permanente, reunido ayer con urgencia en Bruselas, aplazó finalmente su veredicto sobre estas medidas apoyadas por el Parlamento Europeo y pidió a España más explicaciones sobre el embargo decretado al vacuno francés. En Estrasburgo, el portavoz del PP europeo, Reimer Böge, el grupo mayoritario en el Parlamento Europeo, abrió el fuego preguntándose si no sería mejor prohibir todo mientras se resuelven las incógnitas científicas. La mayoría de los representantes políticos de la Eurocámara se expresaron después en la misma línea apoyando las medidas más drásticas propuestas en la última semana. Entre ellas se encuentran la recomendación de la Comisión Europea de extender las pruebas post-mortem a todo el ganado vacuno por encima de una cierta edad (se barajan los dos años) y la decisión francesa de prohibir los piensos cárnicos para alimentar a todos los animales. Desde 1996 están prohibidos para los rumiantes. Francia lo extiende a los cerdos, las aves, peces e incluso animales domésticos. Frente a tales propuestas, el comisario de Protección de la Salud Pública, David Byrne, se mostró más cauteloso. Byrne aludió a la proporcionalidad de las medidas a tomar y del daño económico y medioambiental que puede generar una prohibición total (y, por tanto, su incineración) de los piensos animales cuando no está demostrado que éstos puedan producir enfermedad alguna a los carnívoros. El debate puso de manifiesto la necesidad de reformar la política agrícola europea, que ha sido capaz de transformar los herbívoros en carnívoros con una alimentación cada vez más artificial en la búsqueda de la mayor rentabilidad. Fueron ideas que Los Verdes recibieron con alborozo, exigiendo la adopción inmediata de las medidas más drásticas. Francia, a través de su representante François Patriat, defendió las medidas tomadas de forma unilateral alegando que la alarma está justificada porque se están encontrando demasiados nuevos casos -100 en lo que va de año- a pesar de que el ganado vacuno lleva cuatro años sin consumir piensos animales. El Comité Veterinario Permanente, reunido ayer en Bruselas, aplazó su dictamen científico sobre todo esto pero se pronunció a favor de que a partir del próximo 1 de enero se sometan a pruebas seis millones de vacas cada año: las que tienen más de dos años de edad entre los 26 millones de reses que se sacrifican cada año en la UE. La propuesta de los veterinarios podría ser aprobada por el Consejo de Ministros de Agricultura que se reunirá el lunes y martes de la próxima semana. Cada prueba cuesta 5.000 pesetas, por lo que adoptar esta medida costaría 30.000 millones de pesetas anuales. La directiva europea que entra en vigor el 1 de enero próximo sólo preveía someter a pruebas a unas 170.000 reses, ya que se harían de forma aleatoria y sobre animales en riesgo. Parece evidente que Europa encara una crisis en la que, como dijo Byrne, "todas las opciones están abiertas". Hay tres tipos de pruebas para detectar la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB o mal de las vacas locas). Además de las post-mortem, las hay sobre animales vivos, y hay 40 millones de vacas mayores de dos años en toda Europa. Las pruebas no son todavía todo lo fiables que quisieran los expertos. Y sólo el Reino Unido ha almacenado 460.000 toneladas de piensos animales y tiene dificultades para incinerarlos sin dañar el medio ambiente.
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