El 'Jesse Owens' de Torrent

Álvaro Lloris (Torrent, Valencia, 1987) está en el buen camino. El chico lo tiene todo para llegar lejos en el atletismo: excelentes marcas, buena planta, la cabeza bien amueblada y un entorno que le protege. Con 16 años recién cumplidos es el campeón de España juvenil de salto de longitud, presenta una mejor marca de 6,89 metros y tiene muy en cuenta que las prisas, la ansiedad y la precipitación conducen en la mayoría de los casos al fracaso. "Veo a chicos de mi edad entrenando a lo bestia y yo me pregunto: ¿para qué?, ¿para quemarte antes?". Por esa razón Lloris se entrena con mesura. "Saltarte etapas es muy peligroso", dice. Y quien lo dice acaba de cumplir 16 años; los cumplió el pasado 28 de abril.

Es evidente que este atleta procesa todo lo que escucha en los corrillos del atletismo. Luego hace una selección: esto me puede beneficiar; y esto otro perjudicar. "Aquí se sabe todo", asegura Lloris. Se sabe los nombres de quienes se despeñaron por querer progresar demasiado rápido; se sabe cuáles son los métodos más fiables y cuáles tensan al máximo la cuerda. Se sabe todo, como dice Álvaro Lloris, una de las promesas del atletismo español junto con la alicantina, también saltadora, Marieta Jover.

Ante la escasez de bibliografía sobre el gran Jesse Owens, su ídolo, Lloris recurrió a Internet: "Incluso me bajé un vídeo de él compitiendo". El saltador de Torrent se define como un "loco" del atletismo. Y quizá hasta esto juegue a su favor. Pocos deportistas de su edad muestran tanto interés por el deporte que practican, por su historia. Si a un chaval de 15 años le preguntas quién era Jesse Owens, lo más seguro es que se encoja de hombros. No es el caso de Lloris: "Me he leído una biografía sobre él. Batió cuatro récords del mundo en tres cuartos de hora. Su vida es apasionante. De la pobreza pasó a ser una celebridad".

"Álvaro es un chaval muy fuerte", afirma el entrenador del atleta de Torrent, Miguel Ángel Villalba, el mismo que prepara en unas instalaciones muy modestas al actual campeón de España de velocidad, Miguel Cosín, quien ha tomado el relevo de Venancio Murcia, el plusmarquista español de 60 y 100 y 200 metros.

En un ambiente familiar y distendido, Álvaro Lloris, un chico de 1,83 centímetros de altura cuyo padre también practicó el atletismo, comparte con sus compañeros el gusto por el atletismo, y también por unos métodos de entrenamiento diferentes. "Hay que respetar la evolución natural del atleta. No soy partidario del trabajo con pesas. Lo que no puedo pretender es hacer que un chaval blanco desarrolle la musculatura de un negro. Eso es imposible y contraproducente", explica Villalba. "El otro día, en una concentración de la selección en Ibiza, un chaval me decía que él hacía pesas tres e incluso cuatro días a la semana. Y yo pensaba: 'si yo sólo hago uno". "A Álvaro", dice Villalba, "no le hace falta desarrollar musculatura. Ya está fuerte. Prefiero que trabaje más la velocidad y la técnica".

Por si le faltaba algo a Lloris, Villalba destaca su frialdad en la competición, aspecto decisivo en una especialidad como la longitud, que requiere una gran concentración: "Se crece en cada salto. Es muy buen competidor". 2003 puede ser un año clave para el atleta de Torrent, que aspira a conseguir la mínima fijada por la federación española (7,10) para acudir a los Campeonatos del Mundo juveniles de Canadá, el próximo verano. "Está capacitado para saltar ya 7,20", afirma Villalba.