El Consejo Superior defiende a Galdeano

El Consejo Superior de Deportes (CSD) se ha puesto a disposición del equipo ciclista ONCE-Eroski para defender al corredor Igor González de Galdeano, a quien el Consejo de Prevención y Lucha contra el Dopaje (CPLD), organismo estatal francés, ha castigado con seis meses de prohibición de participar en "competiciones y manifestaciones deportivas organizadas o autorizadas por la Federación Francesa de Ciclismo" a partir de la fecha de notificación al corredor. La sanción se debe a unos hechos que la Unión Ciclista Internacional (UCI) no considera dopaje. El ciclista vitoriano no podrá disputar el próximo Tour de Francia, y quizás tampoco la Vuelta a España, que contará con dos etapas por los Pirineos franceses, el 12 y 13 de septiembre. La Vuelta ha debido contar con la autorización de la federación francesa para organizarlas.

"Tendrán todo nuestro apoyo legal e institucional", señaló Guillermo Jiménez, director general de Deportes del CSD. "Y no lo hacemos por patriotismo mal entendido o por quijotismo, sino porque para nosotros se trata de un caso no positivo muy claro. Es una locura que el CPLD lleve la contraria a los organismos deportivos internacionales".

El CPLD considera sancionable la alta cantidad de salbutamol (principio activo del antiasmático Ventolín) detectada en la orina de Igor González de Galdeano durante una etapa de la Midi Libre y seis etapas del Tour, mientras que para la UCI, bajo cuyos reglamentos se disputan las pruebas internacionales, no había conducta sancionable, ya que contando con una justificación terapéutica el salbutamol se puede inhalar sin problemas.

La UCI, sin embargo, se ha desmarcado de la petición de Manolo Saiz, director del ONCE-Eroski, de intervenir en su defensa. Si durante el pasado Tour, el presidente de la UCI, Hein Verbruggen, no dudó en enfrentarse a los dirigentes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que pedían la eliminación de Igor Galdeano de la carrera, en esta ocasión considera que no hay motivos ni necesidad de organizar otra guerra y se limitará a emitir un comunicado señalando que la UCI sigue considerando inocente al vitoriano. Verbruggen cree que el ONCE-Eroski tiene que asumir que la UCI no puede ir en estos momentos en contra de la legislación nacional de un país. El presidente de la UCI, así mismo, advertirá al ONCE de que un desafío a la decisión del CPLD podría tener consecuencias penales. Esta advertencia podría desatar los deseos inmediatos de Manolo Saiz de acudir al Tour con Igor para forzar su detención por la policía francesa y organizar un espectáculo que algunas fuentes del CSD piensan que sería "puro folklore".

Los contactos entre el CSD y el ONCE-Eroski han sido constantes desde el pasado 24 de marzo, cuando el pleno del CPLD trató en París el caso Galdeano en ausencia del corredor. Una ausencia que se debió, según el equipo, a la ausencia de comunicaciones del CPLD, lo que generó la indefensión del corredor. Los dirigentes del ONCE reconocen, sin embargo, que Galdeano no recogió dos cartas certificadas enviadas por el CPLD a su domicilio el 3 y el 5 de febrero porque estaba ausente entrenándose. Tampoco en este caso envió el ONCE al CPLD la justificación médica del uso de Ventolín por parte de Igor, un hecho extraño teniendo en cuenta que en otro caso que también atañía a Igor -la justificación terapéutica de una infiltración con corticoides en la rodilla durante el mismo Tour-, el equipo envió al CPLD a través de la UCI el certificado correspondiente. Tampoco le habría valido de mucho la justificación terapéutica del salbutamol, ya que, según su interpretación del reglamento antidopaje, el CLPD considera que una concentración en la orina superior a 1.000 nanogramos por mililitros no puede estar nunca justificada por necesidades terapéuticas.

Finalmente, sólo el apoyo del CSD podrá librar a Manolo Saiz y su equipo de la sensación de que, una vez más, tienen a todo el mundo en su contra. O, como dice, su manager, Pablo Antón: "Nos encontramos nuevamente en la soledad más absoluta".