Un graderío con siglos de historia
La plaza de La Corredera acerca el atletismo y la gimnasia a los vecinos de Córdoba
Desde el siglo XIII la plaza de La Corredera de Córdoba ha sido el escenario de ejecuciones, autos de fe, ferias, conciertos o delirantes fiestas de fin de año. Hace tres años que en este mismo marco se celebra una reunión de atletas que salen de los pabellones y estadios para brindar espectáculo entre los balcones y bares de la plaza mayor más antigua de España.
El encuentro, que organiza el Patronato Municipal de Deportes de Córdoba, ha traído este año a figuras como el subcampeón del Mundo de salto de longitud en pista cubierta y al aire libre, Yago Lamela; el bicampeón mundial de barra fija Jesús Carballo y sus dos hermanos, Manuel y Javier; la subcampeona mundial en pista cubierta de 60 metros valla, Glory Alozie, nigeriana nacionalizada española; o las pertiguistas nacionales Dana Cervantes y Naroa Aguirre.
Yago Lamela, que repite este año la experiencia. El año pasado saltó 8.23 metros en La Corredera y este año dominó la prueba con sus 8 metros: "Lo importante es hacerlo bonito para el público", dijo. Al fin y al cabo se trata de promocionar un deporte en el que el gran esfuerzo de quien lo practica no repercute en los estadios, salvo en grandes citas.
La novedad de esta tercera edición ha sido la inclusión una exhibición de gimnasia artística. Elena Gómez, de 17 años y campeona del mundo de suelo en 2003, señaló que es una experiencia "bonita". Después de ejercitarse en la barra de equilibrio y en el suelo comentó: "La cercanía del público hace que se aprecie lo bello que es este deporte, algo que no se observa en la televisión". Así lo han comprobado más de dos millares de agradecidos espectadores este fin de semana.
El encanto de la plaza tiene una dificultad añadida para la gimnasia por la inclinación del firme. "Siempre te vas hacia un lado, pero si sirve para crear afición encantada", explicó Elena Gómez. Después de cabalgar en el potro con anillas, Jesús Carballo, dijo que nunca lo había probado y que es una experiencia "amena" en la que "se siente más la cercanía del público". Ambos tienen la mirada puesta en Paris-Bercy, mundial clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Atenas.
Una de las pruebas más espectaculares ha sido la de salto con pértiga, en la que los atletas prácticamente entraban en los balcones de La Corredera. La malagueña Dana Cervantes, de 24 años, que también repite en la desenfadada cita cordobesa, aseguró: "Con este montaje y el ambiente tanto los atletas como los espectadores no los pasamos mejor". "Aunque tenemos muy mecanizados los saltos, cuando estas en el pasillo para empezar la carrera y ves la plaza tienes una sensación alucinante", explicó. Ayer se llevó el segundo puesto con 4.30 metros.
La donostiarra Naroa Aguirre, de 23 años y dueña de la mejor marca nacional en pista cubierta (4,30 metros en 2003) y al aire libre (4,40 en 2002), saltó ayer 4,60 metros con la pena de un escenario no homologado. "Disfrutas más al no haber presión y es espectacular", señaló Aguirre, que ya había probado actividades similares en San Sebastián. Esta atleta donostiarra considera un beneficio tomarse esto de la pértiga como "algo secundario". Esa es su fórmula para hacer buenas marcas mientras termina la carrera de Ciencias Ambientales y trabaja como educadora ambiental dejando los entrenamientos para la tarde.
Ambas atletas españolas superaron a la alemana, Nastia Ryjikh, campeona del mundo en pista cubierta en 1999 y cuatro veces plusmarquista mundial. Ryjikh aseguró que la mejor forma de promocionar este deporte es con iniciativas como esta, "muy frecuentes Italia y Alemania", afirmó Ryjiky, que es una especie de Anna Kournikova del atletismo, aunque con menos contratos publicitarios y más títulos.
