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Reportaje:MUESTRA DE ARQUITECTOS JÓVENES | ARQUITECTURAS

Soluciones diversas y globales

La delegación vizcaína del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro presenta hasta el próximo 9 de mayo una muestra de la mejor arquitectura española realizada por jóvenes titulados. Una selección de diez edificaciones que muestra la diversidad creativa y geográfica característica de los tiempos que corren. Víctor López Cotelo, presidente del jurado de la VII Muestra de Arquitectos Jóvenes Españoles, define con claridad el momento actual de la arquitectura, extensible a todas las disciplinas artísticas.

Viene a decir López Cotelo que la globalización alcanza a toda actividad humana, por lo que las soluciones a los problemas arquitectónicos sólo tienen una traba: la propia capacidad del arquitecto. Al día de hoy, es posible acceder a todo el conocimiento. Sólo hay que saber administrarlo. De ahí que las 10 obras seleccionadas por el jurado de este certamen promocionado por la Fundación Camuñas, entre las 81 presentadas, ofrezca una gran dispersión geográfica, paralela a la variedad de programas, de los que tres se encuentran en Euskadi.

Así es, los arquitectos que ejercen en Euskadi pueden estar satisfechos: Juan Coll-Barreu obtuvo la mención especial con el Centro de Proceso de Datos y Comunicaciones de la Ertzantza en Erandio, mientras que Ignacio Garai y Jesús Mª Susperregui participan en la selección con el Edificio de Servicios Generales y Atención al Público de ese mismo complejo de la policía vasca.

Coll-Barreu se doctoró con una tesis sobre la arquitectura de la costa oeste estadounidense en los años 30, una escuela que se caracteriza por la atención al paisaje. Así se puede apreciar en el citado Centro de Proceso de Datos y Comunicaciones, un edificio plenamente integrado en el suave paisaje a la orilla de la ría del Nervión. "Se intentaba, en definitiva, no ocupar el aire". Por ello, se optó por el uso de espacios rasantes, casi hundidos, que recuperaban "la cultura del contacto con el terreno húmedo de la arquitectura autóctona diseminada en el paisaje", es decir, el caserío.

En deuda con la arquitectura norteamericana investigada está el empleo del vidrio en las fachadas, que conduce a la iluminación natural de todos los locales de uso. Este material también se utilizó en la torre de comunicaciones, imprescindible por la ubicación de antenas, pero cuyo volumen se difumina gracias a esa transparencia. Y no falta la piedra, empleada en la plaza que da acceso al edificio.

Otra orientación es la que ofrecen Ignacio Garai y Jesús María Susperregui a su aportación a la Ertzaintza. En este caso, se trata de un edificio opaco y sin referencia a la escala humana, como si fuera un monolito en el paisaje. Sin duda, hay una voluntad de dominar el entorno, y no extraña la vinculación con la torre de Martiartu, también en Erandio, una de las casas-torre más interesante de Vizcaya.

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Y en la localidad guipuzcoana de Urretxu, se encuentra otro de los trabajos seleccionados, las casas M-U del estudio madrileño Alonso & Acebo, una verdadera provocación a la zona alta del pueblo, dos viviendas pareadas que se elevan, que conforman una verdadera casa en el aire.

APUNTE

Las otras siete obras arquitectónicas seleccionadas presentan distintos discursos, tal y como prometen los paneles de la séptima edición de la Muestra de Arquitectos Jóvenes Españoles, con soluciones diversas. Ante la imposibilidad de contemplarlas, se puede adivinar un interés general por la integración en el entorno, que invita a un diálogo discreto entre continente y contenido de cada proyecto.

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